CARNE Y PRODUCTOS CÁRNICOS

PRECIOS

Las preocupaciones acerca de las enfermedades animales obnubilan las perspectivas de mercados y precios en 2006

Tras haber experimentado una breve recuperación en 2005, los mercados mundiales de la carne se han vuelto a ver gravemente afectados en 2006 por los problemas relacionados con las enfermedades animales. Las novedades que están configurando el mercado de la carne en 2006 se caracterizan por la reacción de los consumidores ante los casos cada vez más frecuentes de gripe aviar, así como por las continuas restricciones de la carne vacuna norteamericana relacionadas con la EEB y las prohibiciones de las exportaciones de carne roja sudamericana (bovina, ovina y porcina) relacionadas con la aftosa.

Entre finales de 2005 y principios de mayo de 2006, se habían señalado brotes de gripe aviar en aproximadamente 40 países que hasta entonces no se habían visto afectados, muchos de los cuales son los principales consumidores e importadores de carne de ave de Europa, el Oriente Medio y África. La infección de más de 224 personas, seguida de la muerte de más de la mitad de ellas, ha sido la razón principal que desencadenó la reacción de los consumidores y las restricciones del comercio. El abandono del consumo de carne de ave ha dado lugar a una rápida acumulación de existencias y a una disminución de los precios, que afectarán considerablemente la evolución del mercado en 2006.

 

En un cambio de tendencia respecto de 2005, en el que el índice de precios de la FAO para la carne (que se calcula utilizando los precios internacionales indicativos, ponderados en función del comercio) alcanzó el nivel sin precedentes en casi 15 años de 126 puntos, a principios de 2006 el índice bajó a 112 puntos a causa de un pronunciado descenso de los precios de la carne de ave. Mientras el índice para la carne de ave cayó verticalmente 22 puntos desde octubre de 2005, los de la carne de vacuno se mantienen altos debido a las continuas restricciones comerciales impuestas a las exportaciones norteamericanas y sudamericanas, como respuesta a los problemas de la EEB y la fiebre aftosa, respectivamente. Según las previsiones, las disponibilidades de carne de ave durante 2006 serán más que suficientes para ejercer una presión a la baja sobre los precios de todas las carnes. Pero los de la carne vacuna podrían verse sostenidos de alguna manera en 2006 por las limitaciones de la oferta de exportación.

PRODUCCIÓN

Las perspectivas para la producción de carne dependen de la reacción de los consumidores y del comercio ante las preocupaciones por las enfermedades animales

El debilitamiento de la demanda de carne, las perspectivas inciertas para los precios y el aumento de las restricciones comerciales en 2006 deberían limitar la producción mundial de carne a 272,5 millones de toneladas. Aunque los precios relativamente bajos de los piensos están impulsando el incremento de la producción de carne de cerdo y de vacuno, es probable que una disminución imprevista y sin precedentes de la producción de carne de ave limite el aumento de la producción total de carne a menos de un 2 por ciento, frente al 3 por ciento del año anterior.

Aunque en los países en desarrollo el aumento de la producción, previsto en 2,5 por ciento, será la mitad del de 2005, su contribución a la producción mundial podría aumentar en 2006 a cerca de un 60 por ciento de la producción mundial, casi un 1 por ciento más que el año anterior. Sin embargo, a diferencia de los años anteriores, en los que el fuerte crecimiento registrado en los países orientados a las exportaciones de América del Sur constituyó casi la mitad del aumento de la producción de los países en desarrollo, se pronostica que en esa región la producción de carne no crecerá más que en un 1 por ciento debido a algunas novedades en materia de política y a las restricciones comerciales relacionadas con la fiebre aftosa. En consecuencia, es probable que los aumentos de los países en desarrollo se concentren en Asia, donde los consumidores están cambiando sus hábitos de consumo. En los países desarrollados, pese a las proyecciones relativas a una recuperación de la producción de las carnes de porcino y de vacuno tras dos años de estancamiento, la disminución de la producción de carne de ave contribuirá a que las perspectivas para la industria de la carne sean mediocres.

Los altos precios de la carne de vacuno impulsan los sacrificios

Según se prevé, la producción mundial de carne de vacuno aumentará en un 2,5 por ciento en 2006 a cerca de 66 millones de toneladas, sostenida por una recuperación registrada en América del Norte y Asia. Aunque las estimaciones sobre la cabaña de los países desarrollados se mantengan en sus niveles más bajos, las proyecciones indican un aumento de la producción de más de un 2 por ciento, en abierto contraste con la contracción sufrida en los últimos cuatro años. El mal estado de los pastizales en los Estados Unidos y las importaciones de ganado del Canadá han elevado el número de animales en pastoreo a un nivel sin precedentes en los Estados Unidos, el principal productor mundial de carne de vacuno. En la UE, tras las disminuciones registradas en los años anteriores en virtud de las políticas aplicadas, los suministros de carne de vacuno deberían aumentar al eliminarse la política relacionada con la EEB sobre los bovinos de más de 30 meses en el momento del sacrificio, que se había venido aplicando en el último decenio. En el Canadá, sin embargo, la producción de carne de vacuno podría disminuir, como consecuencia posiblemente de la estabilización de la cabaña y del aumento de los envíos de animales vivos a los Estados Unidos.

Cuadro 9. Panorama de los mercados mundiales de la carne

¹ enero - marzo

La contribución de los países en desarrollo a la producción mundial de carne de vacuno se mantendrá en 55 por ciento en 2006, pese a un debilitamiento del crecimiento a 2,7 por ciento, casi la mitad del año anterior. La razón principal de dicha desaceleración es la reducción en el ritmo de los sacrificios debida a la fiebre aftosa en América del Sur, una región que ha representado más de una tercera parte del aumento de la producción de los países en desarrollo a partir de 2000. Las restricciones parciales o totales del comercio impuestas por más de 50 países a las exportaciones de carne de vacuno brasileña están ejerciendo una presión a la baja sobre los precios locales y atenuando las perspectivas para la producción. Un cierto sostenimiento de los precios internacionales se produjo a principios del año cuando la Argentina adoptó la política de prohibir parcialmente durante seis meses las exportaciones de carne de vacuno, que ya se ha traducido en una fuerte disminución de los precios internos y debería influir negativamente en las perspectivas para la producción. La mayor parte del crecimiento de la producción de los países en desarrollo tendría lugar en Asia, donde los consumidores están sustituyendo la carne de ave por carne vacuna y carne de cerdo. El incremento de la producción de carne de vacuno previsto en un 4 por ciento se debe al alza de sus precios y a una sólida respuesta de la oferta en China, el cuarto productor mundial de carne de vacuno, que cuenta con más de 138 millones de cabezas de ganado.

Una sólida demanda asiática sostiene la producción de carne de cerdo

Debido al fuerte aumento de la producción en los países en desarrollo de Asia, se prevé que la producción mundial de carne de cerdo alcance los 107 millones de toneladas, lo que representa un incremento de más del 3 por ciento. Los cambios registrados en los hábitos de consumo de carne en Asia, una región que representa el 60 por ciento del consumo mundial de carne de cerdo, están impulsando la producción en Filipinas y Viet Nam. Aunque en China, el mayor mercado mundial de carne de cerdo, los precios están bajando, el incremento de la producción se ve favorecido por la eficacia de las operaciones comerciales en rápido crecimiento. Las perspectivas para América del Sur se ven limitadas, como en el caso de la carne de vacuno, ya que en Brasil, que representa cerca del 70 por ciento de la producción regional, la fiebre aftosa reduce las perspectivas de crecimiento a sólo un 1 por ciento, frente al 6 por ciento en 2005. Ello es así, a pesar de las perspectivas favorables que se presentan para las industrias en Bolivia, Venezuela, y en países cada vez más orientados a las exportaciones como Chile y México, que últimamente se han beneficiado de acuerdos comerciales con el Japón. En los países desarrollados, se prevé un aumento de la producción en los Estados Unidos, Canadá y la UE, donde una concentración mayor de la industria, sobre todo en los dos primeros países, contribuye a incrementar la eficacia y aumentar la producción en una coyuntura en la que disminuyen las existencias y los animales de cría.

La disminución de los precios inhibe los aumentos de la producción de carne de ave

En abierto contraste con los dos años anteriores en que los precios de la carne de ave aumentaron más del 30 por ciento en un contexto de déficit de suministros exportables provocado por la gripe aviar, las preocupaciones por la salud humana suscitadas últimamente en muchos de los principales países consumidores están rebajando las perspectivas para los precios, así como la venta de pollos y la producción de carne de ave. Como los brotes de gripe aviar se produjeron en 40 países que hasta ahora no se habían visto afectados (23 en Europa, 9 Asia y 7 en África), durante los últimos 8 meses el consumo ha disminuido bruscamente. La consiguiente disminución de los precios de la carne de ave, situada entre 10 y 40 por ciento en los países afectados, ha mermado la rentabilidad de la industria. Esta circunstancia, combinada con las matanzas relacionadas con la gripe aviar, hará que la producción mundial de carne de ave acuse una disminución sin precedentes del 1 por ciento, situándose en 81 millones de toneladas.

Se estima que el consumo per cápita disminuirá en los países desarrollados en un 3 por ciento a 27 kilogramos en 2006, principalmente en Europa donde algunos países experimentaron disminuciones de hasta un 70 por ciento. Las variaciones correspondientes a los precios internacionales se transmiten a los países orientados a las exportaciones, como Brasil y los Estados Unidos, en los que no se han producido brotes de enfermedades, limitando sus perspectivas de producción. Tras una breve recuperación registrada en 2005 después de la gripe aviar, se estima que la producción de carne de ave asiática descenderá en un 1 por ciento, con disminuciones previstas tanto en los países no afectados, como Bangladesh y Nepal, como en otros nueve países afectados. Entre tanto, la constante propagación de la gripe aviar en países africanos como Burkina Faso, Côte d’Ivoire, Egipto, el Níger, Nigeria y el Sudán, probablemente reduzca la producción regional en cerca de un 5 por ciento. Una disminución estimada en un 5 por ciento del consumo per cápita a 4,5 kilogramos puede tener sus consecuencias para los medios de vida y la seguridad alimentaria en una región en la que la carne de ave contribuye en cerca de un 30 por ciento a las disponibilidades totales de carne.

Los países en desarrollo llevan la delantera en la producción de la carne ovina

Según las previsiones, la producción mundial de carne de ovino aumentará en 2006 casi en un 2,6 por ciento a 13,3 millones de toneladas, sostenida por los fuertes precios previstos y por el aumento de la producción en los principales países en desarrollo asiáticos, como China, la República Islámica del Irán y el Pakistán. En América del Sur, los programas de recuperación de la industria ovina patrocinados por los gobiernos en la Argentina y el Uruguay sientan las bases para un segundo año de sólido crecimiento. Como en los países desarrollados la producción se ha ido contrayendo constantemente en el último decenio, los países en desarrollo han aumentado su participación en la producción mundial, pasando de 65 por ciento a un 75 por ciento estimado para 2006. Es probable, sin embargo, que los países desarrollados aumenten la producción en 2006 debido a la persistencia de la sequía en algunos países, el aumento de los animales de cría, el incremento del rendimiento y el mejoramiento de la productividad. Todo ello a pesar de una disminución de la producción de carne de ovino en la UE, donde los rebaños no se han restablecido como para recuperar los niveles de producción anteriores a la crisis de la fiebre aftosa de 2001.

UTILIZACIÓN

El problema de las enfermedades animales está afectando a la demanda de todos los tipos de productos cárnicos

Las crecientes preocupaciones por la salud humana relacionadas con la gripe aviar, la duración de las restricciones comerciales relacionadas con las enfermedades, y las consiguientes variaciones de la demanda y de los precios están influyendo sobremanera en las perspectivas para el mercado de la carne en 2006. Pese a algunos desplazamientos previstos en las preferencias por los distintos tipos de carne en 2006, la revisión a la baja de cerca de 4 millones de toneladas en el pronóstico de 2006 relativo al consumo mundial de la carne de ave podría reducir el crecimiento global del consumo de carne a su nivel más bajo en los últimos 25 años. El consumo mundial de carne per cápita aumentaría sólo marginalmente a 41,7 kilogramos. Una disminución de más del 2 por ciento del consumo de carne de ave, a 12,4 kilogramos per cápita, ha sido suficiente para cancelar la mayor parte de los aumentos registrados en las otras carnes, sobre todo la de cerdo. Se prevé que el amplio margen que existe en 2006 entre los niveles del consumo de carne per cápita en los países desarrollados y los países en desarrollo, situados en 83 y 31 kilogramos, respectivamente, se reducirá un poco al disminuir el consumo en los primeros. El consumo per cápita debería aumentar en los países en desarrollo, pero en una mitad de sus tasas históricas.

 

COMERCIO

Las restricciones de las importaciones y las crisis de demanda limitarán los aumentos del comercio de la carne

La lenta demanda mundial de importaciones de carne de ave, la imposición de restricciones comerciales relacionadas con las enfermedades animales, y las incertidumbres acerca de las políticas de importación de carne adoptadas en la Federación de Rusia son factores convergentes que limitarán el crecimiento del comercio de la carne en 2006 a 20,7 millones de toneladas. Con una reducción espectacular respecto de los aumentos cercanos al 8 por ciento experimentados en 2005, se pronostica un incremento inferior al 1 por ciento, la tasa más baja en 25 años, si se excluye el descenso provocado por las enfermedades en 2004. Se prevé una disminución marginal de las exportaciones de los países en desarrollo, ya que las perspectivas para los envíos de carne sudamericana descienden después de haber crecido a un nivel de dos dígitos durante el último decenio. Pese a una disminución de las exportaciones de carne de la UE debida a las restricciones comerciales relacionadas con la gripe aviar, las intensas exportaciones de carne efectuadas en los Estados Unidos en un marco de precios competitivos y la erosión del tipo de cambio deberían contribuir a mantener la participación de los países desarrollados en el comercio mundial en 54 por ciento.

El comercio de la carne de ave disminuirá ya que los consumidores prefieren el consumo de otras carnes

Dado que el consumo de la carne de ave disminuye en las nuevas regiones afectadas por la gripe aviar en Europa, algunas zonas de Asia central y la ex Unión Soviética, así como en algunas partes de África, las perspectivas para el comercio de la carne de ave van empeorando gradualmente en 2006. Se supone que la menor demanda de importaciones en esos países, que representan aproximadamente una tercera parte del mercado mundial de importaciones, dará lugar a una disminución del comercio estimada en un 3 por ciento, situándose en 8,0 millones de toneladas. También se estiman bajas las perspectivas para las exportaciones en el Brasil y los Estados Unidos, proveedores de aproximadamente el 70 por ciento del comercio mundial de la carne de ave, donde los precios de exportación bajaron entre un 20 y 50 por ciento a principios de 2006 como consecuencia de la disminución de la demanda de importaciones y la saturación de los frigoríficos. Los informes sobre brotes de gripe aviar en algunas avícolas de la UE y la imposición de restricciones comerciales reducirán las exportaciones de la UE en cerca de una cuarta parte, pese al incremento de los reembolsos a las exportaciones tanto para las aves enteras como para los trozos.

Teniendo en cuenta el gran volumen de las existencias y los niveles bajos de los precios internos, es probable que las exportaciones de la UE desciendan pese a las reducciones arancelarias semestrales impuestas por la OMC para el pollo en trozos deshuesado y congelado. Entre tanto, la incertidumbre imperante en el mercado de la Federación de Rusia, el mayor importador mundial de aves de corral, debida a la cancelación de las licencias de importación de carnes de ave atribuida a irregularidades sanitarias, y a su posterior reanudación, debería dar lugar a una disminución de las importaciones. Las entregas a otras regiones, como los países de África afectados por la enfermedad, podrían aumentar. Por ejemplo, en Egipto, donde el consumo y los precios de los huevos y de la carne de ave disminuyeron en un 30-40 por ciento después de los primeros brotes, la recuperación de la confianza por parte de los consumidores está quintuplicando los precios del pollo llevándolos a niveles sin precedentes. Según los informes, la carne de ave está escaseando a causa de la pérdida de reproductores y de la incapacidad de las industrias para responder rápidamente a las variaciones de la demanda. Una de las consecuencias de la rápida recuperación del consumo que caracteriza la reacción del mercado a la gripe aviar es que los países que dependen sobremanera de la carne de ave como fuente de ingresos para los pequeños propietarios rurales pueden verse obligados a importar pollo congelado para satisfacer la demanda urbana.    

Se fortalece el comercio de la carne vacuna a pesar de los precios relativamente altos

Los límites observados al principio de este año en los suministros exportables de la carne de vacuno irían desapareciendo gradualmente en el curso del año, dando lugar a un aumento del comercio mundial de la carne vacuna, estimado en un 3 por ciento, a 6,7 millones de toneladas. Sin embargo, las proyecciones indican que, tras haber alcanzado promedios de 22 por ciento de aumento anual en los últimos cinco años, las exportaciones sudamericanas de carne vacuna disminuirán en 2006 en un 1 por ciento, pese a la posibilidad de que la Federación de Rusia levante la prohibición de la carne vacuna brasileña. Ello se debe sobre todo a la decisión argentina de restringir las exportaciones durante el primer semestre, reduciendo los envíos en una tercera parte. Aunque los mercados de la carne vacuna sigan estando muy segmentados entre las zonas exentas de fiebre aftosa y las no exentas, una cierta reorientación de los flujos comerciales favorecerá las exportaciones de la UE (a pesar de una disminución del 10 por ciento de los reembolsos a la exportación de carne de vaca), Australia, China y la India. Entre tanto, aunque se prevé que los envíos de carne vacuna de los Estados Unidos aumenten más de la mitad, sostenidos por la apertura de algunos mercados asiáticos, es probable que los envíos serán menos de la mitad de las exportaciones realizadas en 2003 antes de la EEB.

Pese a los fuertes precios internacionales de la carne vacuna, la demanda mundial de importaciones se verá sostenida por el aumento de la demanda y el comercio asiáticos, ya que las preocupaciones relacionadas con la gripe aviar han dejado atrás las inquietudes suscitadas por la EEB. El mayor acceso a los mercados de la República de Corea, la provincia China de Taiwán, Malasia y Filipinas compensará sobradamente el crecimiento más lento de las importaciones del Japón, donde, según las proyecciones las importaciones no alcanzarán los niveles anteriores a la EEB. Entre tanto, a pesar de la aprobación de algunos centros de exportación por parte de China, se prevé que las importaciones se mantendrán bajas, limitadas por las barreras sanitarias y fitosanitarias impuestas al final de 2005. También en México se registrará un crecimiento continuo, mientras decaerán un poco las importaciones de la UE ya que la fiebre aftosa limita las disponibilidades de los proveedores habituales de América del Sur.

La demanda de importaciones de carne de cerdo se ve sostenida por las pérdidas sufridas por el comercio de la carne de ave

Activado por las pérdidas previstas en el comercio de la carne de ave y los precios competitivos, el comercio de la carne de cerdo podría aumentar en un 3 por ciento a 4,9 millones de toneladas. Aunque las importaciones están creciendo en algunos de los principales mercados, sobre todo la RAE de Hong Kong, México, la Federación de Rusia y Singapur, las proyecciones indican que en general los importadores asiáticos, destinatarios de casi la mitad de las importaciones mundiales, disminuirán sus compras en 2006. La presencia de grandes volúmenes de carne de cerdo congelada en el Japón, alguna sustitución con carne vacuna en la República de Corea y en otros mercados, y las barreras sanitarias impuestas por China a las importaciones limitarán los aumentos del comercio regional en Asia. Los tipos de cambio favorables propiciarán las exportaciones de los Estados Unidos, mientras que los envíos canadienses y de la UE se beneficiarán de las actuales restricciones comerciales relacionadas con la fiebre aftosa impuestas a los productos brasileños. Surge alguna incertidumbre en torno a la posibilidad de que la Federación de Rusia decidiera levantar las restricciones a las importaciones de carne procedentes de algunos estados brasileños, como Rio Grande do Sul y Santa Catarina, debido a la escasez y altos precios de sus propios suministros. Los envíos de productos por parte de exportadores no habituales, como Chile, México y Polonia, continuarán viéndose facilitados por acuerdos comerciales y sanitarios bilaterales con el Japón.

Las disponibilidades exportables mantienen las perspectivas para el comercio de la carne ovina

En 2006, el comercio de productos cárnicos ovinos debería aumentar sólo en un 4 por ciento, frente al 9 por ciento de los aumentos registrados en 2005. Aunque se pronostica un aumento del comercio a 811 500 toneladas, los principales mercados de importación de América del Norte y Asia no registrarían más que un incremento limitado. Es probable que el aumento de las disponibilidades de oferta en los Estados Unidos, como consecuencia de los programas de apoyo al sector ovino, restrinja la demanda de importaciones en ese mercado. Pero ello se verá compensado por el aumento de la demanda en México y en países de Europa, el Oriente Medio y algunos mercados de África, donde la demanda de carne de ave vacila. La presencia de suministros suficientes en Oceanía, el proveedor de casi el 90 por ciento de los envíos mundiales, facilitará el incremento de las exportaciones totales, y también aumentarán los productos provenientes de China y Uruguay.