Forestería en las tierras secas

Asha Elkarib, campeona de WeCaN: A pesar de las pruebas y tribulaciones, el progreso encuentra su camino en Sudán

09/05/2022

Conozcan a Asha Elkarib, defensora de los derechos de las mujeres de la Organización Sudanesa para la Investigación y el Desarrollo (SORD por sus siglas en inglés) y miembro coordinador de WeCaN de la FAO en Sudán.

Hablando desde Sudán a través de WhatsApp el mes pasado, Asha fue entrevistada para el artículo de abril de WeCaN. Sudán se encuentra actualmente acosado por disturbios políticos y se ha visto envuelto en un conflicto durante muchos años: el golpe militar del 2021 es el último de una serie de cambios violentos a los que el país ha estado sujeto durante décadas. Entonces, ¿qué piensa Asha sobre el clima actual y su impacto sobre los derechos de las mujeres, y cuáles son sus pensamientos sobre la condición ambiental del país y qué están haciendo las mujeres para enfrentarlo?

En primer lugar, a pesar de las dificultades del día, Asha ve una mejora en los derechos de las mujeres y cree que las mujeres pueden ser el futuro de Sudán junto con los hombres jóvenes del país, quienes tienden a simpatizar más con la difícil situación que las mujeres deben afrontar.

Las voces de las mujeres son cada vez más fuertes y las conversaciones entre ellas, sobre temas que antes eran tabú, ahora son frecuentes. Por ejemplo, la violencia contra las mujeres, incluida la mutilación genital (Sudán tiene una de las tasas más altas del mundo con un 86,6 % de mujeres entre 15 y 49 años afectadas, sin embargo, desde el 22 de abril de 2020 es un delito penal cortar, con una pena de hasta tres años de prisión) ahora se está discutiendo abiertamente. Las mujeres jóvenes, según Asha, ahora están pensando de manera creativa y no solo están mejorando sino cambiando su situación. Desde un punto de vista agrícola y ambiental, las mujeres son más productivas en la siembra de árboles, el cuidado de los bosques comunitarios, la preservación del medio ambiente y el manejo de la basura. Esta última puede ser una de las preguntas más importantes en el futuro del país: ¿cómo aborda Sudán efectivamente la eliminación de basura? Actualmente, la discusión es inexistente.

Entonces, ¿qué ha estado haciendo la SORD (Organización Sudanesa para la Investigación y el Desarrollo) en Sudán con respecto a las mujeres y el medio ambiente? Desde el principio, SORD se ha ocupado de alentar la agricultura colectiva entre las mujeres, alentándolas y enseñándoles cómo preparar fertilizantes menos dañinos, usar riego por goteo para ahorrar agua y también cómo conservar los alimentos (y vender los excedentes). En general, pero también en este contexto, SORD apoya a las mujeres en la gestión de su dinero.

Las mujeres han estado tradicionalmente a cargo del cuidado de los animales jóvenes y enfermos. Ahora, las mujeres están viendo cómo pueden hacer una diferencia real en esta área: salen y encuentran las vacunas, las administran y son testigos de la mejora y el crecimiento de los animales que antes estaban enfermos y débiles. Asha dice que los hombres están tomando nota y observando el trabajo de las mujeres, que está produciendo resultados positivos lo cual mejora tanto sus condiciones como las de la comunidad. Algunos hombres preguntan a SORD por qué ayudan a las mujeres y no a ellos; otros lo toleran.

Según Asha, el cambio se mueve a diferentes velocidades en todo Sudán; en el este de Sudán, por ejemplo, el cambio llevará más tiempo debido al hecho de que el papel de la mujer está estrictamente restringido a la casa. Sin embargo, de alguna manera, al menos en teoría, esto significa que tienen más tiempo para dedicarse a las actividades agrícolas, por lo tanto, tal vez en el futuro, las mujeres del este de Sudán puedan desempeñar un papel ambiental más destacado. Sin embargo, en el otro lado del mapa, las mujeres de Darfur trabajan increíblemente duro fuera de la casa (Asha llega a decir que están "esclavizadas" pues están sobrecargadas con largas horas de trabajo y tienen muy poco poder decisional sobre sus ingresos e incluso sus cuerpos), por lo que el tiempo que pueden dedicar a tales actividades es decididamente menor.

Los derechos de las mujeres en Sudán difícilmente se encuentran a la par con los de los hombres. Sin embargo, sus voces están creciendo, se están realizando cambios y la situación es mejor de lo que solía ser. Sin duda, a las mujeres sudanesas todavía les queda un largo camino por recorrer, pero la actitud de Asha no es la de desesperarse, sino la de encontrar esperanza y recordar que todos estos cambios van en la dirección correcta. Se avecinan pruebas y tribulaciones, especialmente por el cambio climático y la devastación que éste provoca y seguirá provocando en el futuro, pero las mujeres desempeñarán su papel, vital y medioambiental, y demostrarán de una vez por todas la fuerza de estas intrépidas mujeres sudanesas.