La práctica tradicional de ampliación del área de bofedales en Chalhuanca consiste en el uso y la desviación del agua a través de canales de irrigación que tienen su origen en las quebradas o en infraestructura semi-natural, como es el caso de las ‘qochas’ (reservorios o lagunas artificiales).

Un estudio indica una tasa de aumento del área del bofedal, un humedal de alta montaña que puede formar turba, más extenso de Chalhuanca de 12 hectáreas por año entre 1986 y 2016. El proyecto Infraestructura natural para la seguridad hídrica ha documentado esta práctica desde el 2018, la cual se acompaña de otras prácticas de buen manejo de bofedales como la rotación del pastoreo.