En los últimos años, la alimentación escolar ha tenido un importante destaque en la agenda política de la región. Por ejemplo, el Plan SAN CELAC 2025 recomienda en su Pilar 3 universalizar los Programas de Alimentación Escolar (PAE), promover ambientes alimentarios saludables, incorporar programas de educación nutricional, establecer menús saludables y variados y vincular los programas de alimentación con sistemas de compras públicas de la agricultura familiar. Estos programas han permitido que los países alcancen objetivos en distintas áreas estratégicas como la educación, la salud, la agricultura, el desarrollo social, el medio ambiente, el desarrollo territorial, entre otras. Por lo tanto, pueden ser considerados una política multisectorial y transversal para enfrentar la pobreza y otros problemas sociales, porque al mismo tiempo que favorecen el desarrollo humano de los estudiantes, mejoran sus hábitos alimentarios y garantizan el acceso a una alimentación sana y adecuada. Además, cumplen un importante rol en promover el desarrollo de la economía local con la compra de alimentos producidos por la agricultura familiar.

 Foto: FAO via Flickr.