La lucha contra el hambre oculta en Zimbabwe


Por Patrice Talla, Coordinador Subregional de la FAO para África austral

Un enfoque de sistemas alimentarios para promover el maíz naranja bioenriquecido con vitamina A. ©FAO

19/05/2021

19 de mayo de 2021, Harare - La carencia de vitamina A es la principal causa de ceguera evitable en los niños a nivel mundial y un importante factor que contribuye a la carga de ceguera nocturna en las mujeres embarazadas y a las enfermedades graves y la muerte en los niños menores de cinco años. África austral no se salva de esta lacra. 

En Zimbabwe, casi uno de cada cinco niños menores de cinco años sufre carencia de vitamina A. La carencia de micronutrientes, también conocida como hambre oculta, es el resultado del consumo cotidiano de una dieta compuesta mayormente por alimentos básicos feculentos. En Zimbabwe, la dieta de la población rural consiste principalmente en lo que las familias campesinas pueden cultivar, que es predominantemente maíz blanco. Sin embargo, el maíz blanco tiene un alto contenido de almidón y un valor nutricional muy bajo. 

En respuesta a este desafío nutricional y para apoyar al Gobierno de Zimbabwe a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 —Hambre Cero—, la FAO se asoció con HarvestPlus y el Departamento de Investigación y Servicios Especializados (DR&SS) para promover la producción de maíz naranja bioenriquecido, que se adapta bien a las condiciones del país africano. 

El bioenriquecimiento consiste en desarrollar cultivos con mayores niveles de nutrientes disponibles para el consumo, y se ha convertido en un componente central de los enfoques multisectoriales globales para combatir la malnutrición. Hasta la fecha, los esfuerzos de bioenriquecimiento en Zimbabwe y los países vecinos han consistido en la promoción del maíz naranja bioenriquecido, del boniato de masa anaranjada y de los frijoles enriquecidos con zinc y hierro.

En la actualidad, más de un millón de hogares cuentan con conocimientos sobre cultivos bioenriquecidos o consumen maíz naranja de este tipo. ©FAO

Llevar el maíz con vitamina A a los campos de los agricultores

 Consciente de que el maíz seguirá siendo el alimento básico de los hogares rurales y que el bioenriquecimiento de este cultivo básico garantizará el acceso a alimentos nutritivos, la FAO —con el apoyo técnico de HarvestPlus—, ha dado pasos estratégicos fundamentales. Se han establecido asociaciones con el Gobierno y el sector privado —incluidos los proveedores de insumos, las empresas de semillas y los distribuidores de productos agrícolas—, para poner en circulación, multiplicar y comercializar una semilla madre. Hasta el momento, el DR&SS ha puesto en circulación cinco variedades de maíz con vitamina A, que han sido adjudicadas a diez empresas locales de semillas. 

Para fomentar la producción y el consumo del maíz naranja bioenriquecido a nivel comunitario, se han adoptado estrategias intensivas de comunicación para el cambio de comportamiento nutricional y de creación de demanda. Estas estrategias incluyen intervenciones a lo largo de la cadena de valor del VAM, la formación de las comunidades en todos los aspectos de su producción, elaboración y utilización, la colaboración con instituciones públicas y privadas, y las iniciativas de apoyo a las políticas impulsadas por el Gobierno. 

Para concienciar, educar y formar a los agricultores sobre cómo producir este cultivo y enseñar las buenas prácticas agrícolas, la FAO, HarvestPlus y sus asociados organizaron ferias de campo y habilitaron lugares de demostración, centros de excelencia y escuelas de campo para agricultores. La participación de la comunidad en las pruebas de degustación de los productos de maíz naranja bioenriquecido y en las demostraciones de cocina también resultó clave, así como extender el aprendizaje sobre la producción de maíz naranja a los centros de enseñanza agrícola y a las escuelas primarias y secundarias, y el apoyo a los programas de alimentación escolar de producción casera.

La experiencia de Zimbabwe representa una estrategia prometedora para mejorar la disponibilidad de vitaminas y minerales para una población en cuya dieta predominan los cultivos alimentarios básicos pobres en micronutrientes. ©FAO

Impacto duradero

La combinación de estos esfuerzos condujo, en última instancia, a un rotundo éxito del maíz bioenriquecido, que desde 2015 ha supuesto un medio comparativamente económico, sostenible y a largo plazo para suministrar más micronutrientes a los niños y a las mujeres embarazadas de las zonas rurales de Zimbabwe.

Se ha producido un crecimiento exponencial del número de hogares con conocimientos sobre los cultivos bioenriquecidos y el consumo de maíz naranja. Entre 2015 y 2020, más de 300 000 hogares produjeron cultivos bioenriquecidos. En la actualidad, más de un millón de hogares cuentan con conocimientos sobre cultivos bioenriquecidos o consumen maíz naranja de este tipo. Esto ha dado lugar a un aumento del 58 % de la superficie plantada con variedades de semillas de maíz naranja bioenriquecido en Zimbabwe, y la producción ha pasado de cero en 2015 a 114 toneladas en 2020.

Si bien está dirigida a los pequeños agricultores, la producción de maíz naranja se ha ampliado también a los productores comerciales. Además, algunos pequeños campesinos obtienen también ingresos con la elaboración de maíz naranja en varios productos de valor añadido, como maputi/mhandire (maíz tostado seco) y mumhare (maíz cocido y secado para su conservación).

El uso del maíz naranja bioenriquecido mejorado, resistente a las enfermedades y a la sequía, ha permitido a los pequeños agricultores aumentar sus rendimientos. Como resultado, más niños y madres embarazadas tienen acceso y consumen gran variedad de productos de este maíz para satisfacer sus necesidades nutricionales.

A través del programa de alimentación escolar de producción casera, la FAO y HarvestPlus promueven una red de seguridad nutricional para los niños que de otro modo podrían no recibir suplementos alimentarios. El maíz naranja, consumido en forma de gachas, puede proporcionar la mitad de las necesidades diarias medias de vitamina A para los niños.

Ampliar los beneficios del maíz bioenriquecido con vitamina A

El bioenriquecimiento ha sido un gran éxito en Zimbabwe gracias al apoyo del Gobierno —en particular la institucionalización del maíz naranja bioenriquecido a través de su inclusión en el Marco Nacional de Políticas Agrícolas y en la Estrategia de Transformación de los Sistemas Agrícolas y Alimentarios—, así como a la comunicación para el cambio de comportamiento nutricional dirigida por la comunidad y al establecimiento de asociaciones estratégicas clave en toda la cadena de valor del maíz naranja bioenriquecido.

Para ampliar la historia de éxito de este maíz en Zimbabwe, la FAO recomienda que se desarrolle una política y un marco de programación integrados de bioenriquecimiento a nivel nacional y subnacional. Esto es necesario para lograr la apropiación, sostenibilidad y coherencia con intervenciones similares.

La disponibilidad y el acceso oportuno a las semillas por parte de los agricultores son asimismo necesarios para mantener la calidad y la posibilidad de ampliar las semillas de maíz naranja bioenriquecido. Las lecciones de Zimbabwe han demostrado que la falta de disponibilidad y acceso a las semillas es un obstáculo importante para aumentar la producción del maíz naranja.

Un enfoque integrado de la programación es un requisito importante para difundir y aumentar la producción, comercialización y consumo del maíz naranja. Ello implica la creación de mecanismos de coordinación nacional, vigilancia y/o seguimiento del bioenriquecimiento, y actividades de promoción que estén respaldadas por el apoyo a la inversión inicial a través de la financiación rural, la transferencia de conocimientos y la formación de los agricultores a través de los servicios agrícolas y de extensión, la inclusión de la nutrición y el enfoque en las dinámicas de género en las familias de pequeños agricultores, las asociaciones público‑privadas, y la participación y apropiación por parte de la comunidad.

La experiencia de Zimbabwe representa una estrategia prometedora para mejorar la disponibilidad de vitaminas y minerales para una población en cuya dieta predominan los cultivos alimentarios básicos pobres en micronutrientes.


Asociados técnicos

  • Departamento de Investigación y Servicios Especializados (DR&SS)
  • HarvestPlus
  • Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI)
  • Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT)
  • Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)
  • Welthungerhilfe (WHH)
  • World Vision Zimbabwe
  • Practical Action 

Asociados de recursos

  • Ministerio de Asuntos Exteriores, Mancomunidad y Desarrollo del Reino Unido (FCDO)

 Enlaces relacionados 

2. Zero hunger, 3. Good health and well-being