Centro de inversiones de la FAO

Grandes soluciones a los desafíos locales en Brasil.

03/06/2019

La bahía de Ilha Grande en Brasil, en el estado de Río de Janeiro, alberga uno de los ecosistemas más singulares del mundo en cuanto a biodiversidad marina y terrestre. Pero las comunidades locales, la industria y el turismo han ejercido una gran presión sobre el ecosistema. Salvaguardar esta zona, de la que tantos y tantas dependen, es esencial.

La Iniciativa BIG 2050 nació precisamente con ese propósito, y lo hace juntando a los actores ​​locales para preservar los manglares, las costas rocosas y 189 islas. La Iniciativa BIG identifica las amenazas ambientales y alienta a la comunidad local a proponer y adoptar soluciones que promuevan su conservación, y a su vez aseguren el trabajo digno y los emprendimientos de base.

En 2012 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) comenzó a trabajar con el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (FMAM), el Instituto Estatal de Medio Ambiente de Brasil (INEA) y varias partes interesadas, incluidas universidades, fundaciones y fondos de desarrollo, para revisar y redefinir los distintos mecanismos que preserven la gestión y conservación de la bahía.

 

Movilizando una comunidad

El sistema de monitoreo de la Iniciativa, conocido como el Radar BIG, proporciona una plataforma para que las partes interesadas, incluidas las autoridades ambientales, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, identifiquen los puntos de presión y propongan soluciones.

Según Marie Ikemoto del INEA, "el sistema analiza la calidad de los servicios de los ecosistemas para comprender las amenazas y presiones a las que está sujeto y luego invita a la sociedad en general a colaborar en la búsqueda de soluciones".

Marcello Broggio, gerente de tareas del proyecto de la FAO, aseguró que "al facilitar el intercambio de conocimientos y fomentar la innovación, la Iniciativa BIG ha logrado crear conciencia social sobre los problemas que se encuentran detrás de la conservación del ecosistema de la bahía, al tiempo que estimula la creatividad individual y colectiva para afrontar los problemas ambientales. desafíos y la promoción de redes y sinergias público-privadas”.

La evaluación del Radar BIG al final de cada ciclo de monitoreo ayuda a definir los objetivos para mejorar la salud ambiental de la Bahía de Ilha Grande.

El monitoreo en 2018, por ejemplo, identificó la polución y contaminación en el medio marino como el principal problema de salud ambiental de la región. Halló que, con el tiempo, el ecosistema es cada vez menos capaz de diluir agentes contaminantes como las aguas residuales.

 

Fomentando la innovación

Una vez que se han identificado los problemas, deben buscarse soluciones. Ahí es donde entra en juego el Desafío BIG. Se trata de un mecanismo que alienta a los actores ​​locales a aportar propuestas, e invierte en innovaciones ambientales creativas y transformadoras. Solo el año pasado, el Desafío BIG apoyó 11 iniciativas ayudándolas a desarrollar planes de negocios y capacitación, por ejemplo.

Una iniciativa reciente se centró en la gestión de barcos. Más de 10.000 embarcaciones recorren la bahía anualmente junto a grandes flotas pesqueras, y cada barco deja una huella de petróleo sustancial en el agua.

A través del Desafío BIG, un agente local desarrolló un dispositivo para separar y retener el petróleo de las embarcaciones pequeñas, una solución fácil y económica. Y un municipio local, consciente de las amenazas que representan para los servicios ecosistémicos y el turismo, obligó a instalar este dispositivo en todos los barcos de menos de 500 toneladas. Dos municipios más planean seguir su ejemplo.

De manera similar, la Iniciativa ha introducido nuevas prácticas para agregar valor comercial a los desechos de pescado, como las espinas y la piel. La transformación de los residuos en materia prima de calidad, ensilaje y alimento para peces ha dado a las comunidades pesqueras locales una fuente adicional de ingresos.

Un legado sostenible

Aunque el proyecto ha terminado, el BIG 2050 sigue operativo y en buen estado. La FAO, el INEA y la Universidad del Estado de Río de Janeiro han firmado un acuerdo de cooperación técnica que garantiza la continuidad del mecanismo de monitoreo Radar BIG. El mecanismo, ahora institucionalizado, es gestionado por el INEA.

Según Marcos Bastos, profesor de oceanografía de la Universidad Estatal de Río de Janeiro, “los resultados hasta la fecha han sido positivos, ya que los indicadores medidos muestran que la bahía goza, en general, de una buena salud ambiental; sin embargo, tendremos que seguir trabajando para mantener estos resultados".

Tiago Rocha, el gerente de proyectos de la FAO, agregó que para "gestionar un ecosistema de manera integrada y sostenible, necesitábamos un mecanismo a largo plazo, de ahí que lanzásemos la Iniciativa BIG 2050".

El BIG 2050 es un excelente ejemplo de acción colectiva. Su continuación, especialmente el Radar BIG, significa que la Bahía de Ilha Grande está en buenas manos.

El BIG 2050 contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 6 sobre agua limpia y saneamiento, 11 sobre ciudades y comunidades sostenibles, 12 sobre consumo y producción responsables, y 14 sobre la vida bajo el agua.

Photo credit Fabio Takashi Ikemoto.