La agricultura climáticamente inteligente

Políticas y planificación

La agricultura climáticamente inteligente debe ser integrada de forma transversal en el centro de las políticas, presupuestos y planes gubernamentales. Para ser eficaces, las políticas que apoyen la CSA deben contribuir de forma general al crecimiento económico, la reducción de la pobreza y las metas de desarrollo sostenible. Deben también quedar integradas en las estrategias y acciones de gestión del riesgo ante desastres y los programas de protección social.

La coordinación y la integración entre los distintos sectores relacionados con el cambio climático, el desarrollo agrícola y la seguridad alimentaria a nivel nacional, regional y local es un requisito clave para la creación de un entorno político propicio.

La provisión de incentivos para adoptar la CSA, tales como el pago por servicios ambientales (la gestión de la tierra para proveer un servicio ecológico), alienta a los agricultores a adoptar prácticas climáticamente inteligentes y a superar las barreras iniciales para su adopción.

La FAO ha identificado dos áreas de intervención relacionadas con las políticas y la planificación para la adopción de una agricultura climáticamente inteligente:

el apoyo a los países para garantizar que la agricultura y la CSA son incluidas en los procesos de planificación del desarrollo a medio y largo plazoel apoyo en la creación del entorno político, financiero y facilitador necesario.