Beneficios de la agricultura de conservación
Para ser adoptada de manera generalizada, toda nueva tecnología ha de presentar beneficios y ventajas que atraigan a un amplio conjunto de agricultores que entiendan la diferencia entre lo que están haciendo y lo que necesitan. En el caso de la agricultura de conservación, estos beneficios pueden agruparse como sigue:
Beneficios sociales y económicos que mejoran la eficiencia de la producción.
La adopción de técnicas de agricultura de conservación puede tener como resultado tres beneficios económicos principales:
- Ahorro de tiempo y, por ende, disminución de la necesidad de mano de obra.
- Reducción de costos, por ejemplo, los costos de combustible, funcionamiento de la maquinaria y mantenimiento, así como los derivados de la reducción de mano de obra.
- Mayor eficiencia, en el sentido de mayor producción con menos insumos.
El efecto positivo de la agricultura de conservación sobre la distribución de la mano de obra durante el ciclo de producción y, lo que es más importante, la disminución de la necesidad de mano de obra son las razones principales para la adopción de las técnicas de agricultura de conservación por parte de los agricultores de América Latina, especialmente los agricultores que dependen íntegramente de la mano de obra familiar.
Beneficios agronómicos que mejoran la productividad del suelo.
La adopción de técnicas de agricultura de conservación tiene como consecuencia una mejora de la productividad del suelo:
- Aumento de la materia orgánica.
- Conservación del agua en el suelo.
- Mejora de la estructura del suelo, y por tanto, de la zona de enraizado.
La constante adición de residuos de cultivo provoca un aumento del contenido de materia orgánica del suelo. Al principio este hecho se limita a la capa superior del suelo, pero con el tiempo se extenderá a otras capas del suelo más profundas. La materia orgánica desempeña un importante papel en el suelo: la eficacia del uso de fertilizantes, la capacidad de retención de agua, la agregación del suelo, el entorno de enraizado y la retención de nutrientes, dependen en su totalidad de la materia orgánica.
Beneficios ambientales que protegen el suelo y hacen más sostenible la agricultura:
- Reducción de la erosión del suelo, y con ello de los costos de mantenimiento de caminos, embalses y centrales hidroeléctricas.
- Mejora de la calidad del agua.
- Mejora de la calidad del aire.
- Aumento de la biodiversidad.
- Retención de carbono.
Los residuos presentes en la superficie del suelo reducen el efecto de salpicadura de las gotas de lluvia, y una vez disipada su energía, las gotas prosiguen hacia el suelo sin causar ningún efecto perjudicial. Esto tiene como resultado una mayor infiltración y una reducción de las escorrentías, lo que se traduce en una menor erosión. Asimismo, los residuos forman una barrera física que reduce la velocidad del agua y del viento sobre la superficie. La disminución de la velocidad del viento reduce la evaporación de la humedad del suelo.
Una característica de la agricultura convencional es su capacidad para cambiar el paisaje. La destrucción de la cubierta vegetal afecta a las plantas, los animales y los microorganismos. Como consecuencia del cambio, algunos se convierten en plagas. No obstante, la mayoría de los organismos se ven afectados negativamente, y o bien desaparecen por completo o experimentan una considerable disminución en número. Con la conservación de la cubierta vegetal en la agricultura de conservación se crea un hábitat para diversas especies que se alimentan de plagas, lo que a su vez atrae más insectos, pájaros y animales. La rotación de cultivos y los cultivos de cobertura frenan la pérdida de biodiversidad genética, que se ve favorecida con el monocultivo.
Los sistemas basados en una elevada adición de residuos de cultivo y labranza cero acumulan más carbono en el suelo, en comparación con las pérdidas que van a parar a la atmósfera como resultado del cultivo con arado. Durante los primeros años de aplicación de la agricultura de conservación, el contenido de materia orgánica del suelo se incrementa mediante la descomposición de las raíces y la contribución de los residuos vegetales en la superficie. Esta materia orgánica se descompone lentamente, y gran parte de ella se incorpora al perfil del suelo, por lo que la liberación de carbono a la atmósfera también se produce lentamente. El balance general es que el carbono queda retenido en el suelo, convirtiéndolo en un sumidero de carbono neto. Esto podría tener profundas consecuencias en la lucha por reducir las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero y, por consiguiente, ayudar a evitar los desastrosos efectos del calentamiento mundial.