FAO en Cuba

Embajada del Reino de los Países Bajos y FAO apoyan a Cuba para impulsar la agricultura circular

Foto: María del Carmen Ramón/FAO
01/03/2024

Desarrollar la agricultura circular es una prioridad para Cuba, ante desafíos diversos como el aprovechamiento de los subproductos del sector agropecuario, el incremento de la eficiencia en el uso de sus recursos, la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos y la promoción del desarrollo territorial, en un contexto de poca disponibilidad de insumos para la agricultura. 

Por eso, la Embajada del Reino de los Países Bajos en la isla y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, de conjunto con el Ministerio de la Agricultura, promueven acciones para complementar lo que viene haciendo el país en materia de agricultura circular y conectar fincas cubanas gestionadas con principios de innovación, sostenibilidad y agroecología.

Con ese propósito, una veintena de agricultores del Occidente del país participaron este jueves de un taller en la finca agroecológica Vista Hermosa, donde se socializaron experiencias y buenas prácticas para apoyar los esfuerzos de producción bajo las difíciles condiciones de hacer agricultura en Cuba.

“Desde FIAGROP 2023 nos dimos cuenta de que era muy interesante conectar actores que tuvieran intereses similares en hacer su finca sostenible. En este taller hemos reunido a un grupo de 22 fincas a las que llamamos Fincas Naranjas, que están haciendo agricultura circular de forma empírica y le están poniendo conocimiento poco a poco”, explicó Yuhina Mangly, Asistente Económica de la Embajada, para quien representa un compromiso seguir cooperando en este tema tan importante para Cuba. 

De acuerdo con Mangly, se trata de una iniciativa en construcción que contará con alianzas diversas, como la FAO, el Ministerio de la Agricultura, la Universidad Agraria de La Habana, los gobiernos locales y otros actores.

Los participantes del taller debatieron sobre sus perspectivas y sueños para integrar más la economía circular a sus procesos productivos y lograr un crecimiento económico sobre bases cada vez más sostenibles.

“Cuando comenzamos teníamos una pérdida del 40 por ciento de la producción de frutales, por no aprender a comercializar bien, no hacer estrategias de cosecha y planes de negocios y debido a que no contábamos con la tecnología para refrigerar. Actualmente, hemos logrado crear un mecanismo para reciclar los desechos de la finca. Yo creo que un taller donde se socializan experiencias como estas ayuda a que las personas conozcan lo mejor que se está haciendo en el país”, comentó Onay Martínez, productor de la Finca Tierra Brava, en Pinar del Río.

La propuesta en desarrollo promoverá la articulación, la colaboración y el intercambio de actores, fortalecerá la formación de capacidades en el tema, impulsará las potencialidades del sector y representará una oportunidad para multiplicar experiencias orientadas a la economía circular en los sistemas alimentarios locales del país.

En ese sentido, Sra. Nadia Verwaal, Jefa de Misión Adjunta de la Embajada del Reino de los Países Bajos, destacó la importancia de que las fincas, las empresas y los agricultores se conecten y colaboren por un mundo justo y sostenible.

La recién aprobada Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional de Cuba, en su artículo 49, reconoce diversos modelos sostenibles de producción que promueven la agricultura circular.

Desde 2019, la Embajada del Reino de los Países Bajos en La Habana y la FAO en Cuba comparten esfuerzos para promover el desarrollo de una agricultura circular, con el objetivo de apoyar al país en la transformación de sus sistemas agroalimentarios, para un aprovechamiento al máximo de los recursos y reducir al mínimo los contaminantes ambientales. 

A través de sus proyectos de colaboración, la FAO fomenta la utilización de la agricultura circular para revalorizar residuos, producir fertilizantes orgánicos y subproductos como materias primas, reducir el uso de agroquímicos y promover la socialización de buenas prácticas, la agricultura sostenible sobre bases agroecológicas y la eficiencia productiva de los sistemas de gestión en todas las cadenas alimentarias.

La agricultura circular resulta una contribución sustancial al desarrollo sostenible en Cuba y el mejor camino a seguir ante la necesidad de sustituir importaciones de alimentos e insumos, y de mitigar la contaminación de nuestros recursos naturales y la degradación de los suelos.