©FAO/Daniel Hayduk
A nivel mundial, entre 720 y 811 millones de personas padecieron hambre en el 2020. Con una población mundial que superará previsiblemente los nueve mil millones de personas en 2050, la producción agrícola mundial deberá aumentar un 60 por ciento para satisfacer las necesidades alimentarias mundiales.
Los bosques naturales son fundamentales para la supervivencia de los habitantes del bosque, entre ellos, numerosos pueblos indígenas, y además, los bosques aportan agua limpia a las tierras agrícolas mediante la protección de las cuencas receptoras.
Los bosques, los árboles y los sistemas agroforestales contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional de muchas maneras, pero estas contribuciones generalmente se reflejan muy poco en las estrategias nacionales de desarrollo y de seguridad alimentaria. Junto con la escasa coordinación entre los sectores, el resultado neto es normalmente que los bosques quedan al margen de las decisiones sobre las políticas relacionadas con la seguridad alimentaria y nutricional. | Publicaciones
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