Las palabras de apertura del Director Adjunto de la Oficina de Cambio Climático, Biodiversidad y Medio Ambiente de la FAO, Zitouni Ould Dada, dieron inicio a la reunión. Zitouni afirmó que el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) depende de nuestra capacidad para abordar la degradación de los ecosistemas a escala mundial.

En particular, destacó que el Programa de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) de la FAO tiene un papel invaluable que desempeñar en este escenario. Los sitios SIPAM proporcionan ejemplos extraordinarios de cómo los ecosistemas se han desarrollado, gestionado y preservado de manera sostenible a través de la interacción armoniosa entre el hombre y la naturaleza a lo largo del tiempo. Zitouni concluyó que es a través de las experiencias de conservación y restauración de ecosistemas en los sitios SIPAM que podemos aprender más sobre enfoques y prácticas efectivas basadas ​​en evidencia.

En nombre del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Tim Christophersen, director del departamento de Naturaleza para el Clima, destacó la necesidad de aprovechar los esfuerzos y experiencias existentes, mejorando y replicando los proyectos de restauración de ecosistemas existentes. También explicó la importancia de la Década de la Restauración de Ecosistemas de las Naciones Unidas para aunar todos los esfuerzos para apoyar y ampliar las acciones y la voluntad política para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas. “Pasar a la agricultura regenerativa es clave” y el papel de los sistemas agrícolas y alimentarios es fundamental. En este contexto, el Decenio tiene como objetivo aprovechar los procesos para hacer que los ecosistemas productivos sean más viables desde el punto de vista ecológico, social y económico.

El Coordinador del Programa de Sistemas de Patrimonio Agrícola de Importancia Mundial de la FAO, Yoshihide Endo, destacó que la agricultura en muchos sitios SIPAM se basa en varios tipos de servicios de los ecosistemas que han sido desarrollados por los agricultores durante muchas generaciones para realizar funciones específicas para su seguridad alimentaria y sus medios de vida. También propuso que los sitios SIPAM se puedan identificar como vitrinas de ecosistemas sostenibles creados por el hombre.

Endo también reconoció la importancia de las buenas prácticas agrícolas llevadas a cabo por los agricultores en los SIPAM para evitar la degradación de suelos y agua, para mantener la agrobiodiversidad en armonía con el medio ambiente. Señaló la importancia de factores como la sostenibilidad económica, la identidad cultural, los roles de las organizaciones locales y el conocimiento tradicional de los agricultores para la conservación y restauración efectivas de los ecosistemas en los sitios SIPAM, dado que los agricultores son custodios de los ecosistemas. La conservación dinámica de los sitios SIPAM también podría ofrecer buenas oportunidades para una restauración de los ecosistemas bien coordinada.

Al explicar la vitalidad de los sistemas agroalimentarios en Japón, Naoki Naito, profesor asociado de la Universidad de Tokushima, ilustró cómo el uso de la hierba recolectada de los pastizales seminaturales (segunda naturaleza, formada en el entorno híbrido humano-naturaleza), es esparcido en los campos de cultivo, juega un papel importante para la mejora de las condiciones físicas del suelo, el control de malezas y la prevención de la erosión del suelo en el sistema de Gestión sostenible de té y pastizales en Shizuoka y el Sistema de cultivo en terrenos escarpados en Nishi-Awa, en Japón. En el sitio de Shizuoka, los agricultores saben que este método mejora el sabor del té. También demostró que los pastizales seminaturales en ambos sitios (llamados Chagusaba y Kayaba respectivamente) aprovechan una biodiversidad más rica que los pastizales naturales. Naito explicó que las actividades de promoción de los SIPAM en Shizuoka, en particular, la valorización de los productos de té mediante el sistema de certificación, incentiva a los agricultores a continuar con este método de cultivo. En el sitio de Nishi-Awa, la asociación de voluntarios locales apoya el mantenimiento y uso de pastizales seminaturales. 

Firmat Banzi, ex funcionario del Ministerio de Agricultura de Tanzania, habló sobre el sitio del Patrimonio agroforestal Shimbwe Juu Kihamba ubicado en las faldas del monte Kilimanjaro, destacándolo como el ejemplo más intacto de sistema agroforestal de tierras altas en el país, y apoyado por la identidad cultural de la comunidad local. Describió cómo los árboles, los cultivos y el ganado conviven en armonía dentro de una estructura vegetal de múltiples capas de café, plátanos y verduras, que proporciona condiciones mutuamente beneficiosas. También mencionó la contribución de este sistema al secuestro de carbono y el ingenioso sistema de riego, que consiste en canales que extraen agua del bosque de montaña. El pueblo indígena Chagga, que vive en el sitio, continúa transmitiendo de generación en generación un conjunto de normas culturales, valores y ceremonias tradicionales fuertemente vinculadas a los huertos familiares Chagga y su manejo.

Teresa Adell Pons, Gerente de la Mancomunidad Taula del Sénia y responsable del Sistema Agrícola de Olivos Antiguos Territorio Sénia en España, explicó cómo las comunidades locales pueden mantener vivos y productivos miles de olivos milenarios mediante una gestión sostenible. Las técnicas actuales de cultivo del olivar y las prácticas de producción de aceite se remontan a la antigüedad, como se describe en los tratados de agricultura romanos y árabes. Teresa destacó cómo el uso sostenible de los recursos naturales, así como el mantenimiento de variedades locales de olivo, apoyaron la conservación de todo el agroecosistema. Además, los agricultores locales aplican técnicas de manejo eficientes para evitar la erosión del suelo y la evapotranspiración, así como el manejo de plagas y la conservación de la biodiversidad local.

Amador Peset, agricultor del Sistema Agrícola de Olivos Antiguos Territorio Sénia, describió cómo se convirtió en agricultor para recuperar 165 olivos centenarios. Ahora ha estado promoviendo activamente la recuperación y la capacidad de producción de olivos milenarios abandonados y haciendo que la zona vuelva a ser productiva.

Mette Wilkie, Directora de la División Forestal de la FAO, cerró el seminario virtual e invitó a mantener la conversación e hizo un llamado a todos los sitios del patrimonio agrícola para que continúen contribuyendo tanto al Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas como al Decenio de las Naciones Unidas sobre la Agricultura Familiar. Según Wilkie, la restauración de ecosistemas representa la "receta" para reconstruir un mundo mejor después de la pandemia.