A fines de octubre, el Gobierno levantó una prohibición que desde hace dos años afectaba a las exportaciones de maíz, establecida en un esfuerzo por frenar el impacto de la escasez de suministros domésticos tras la producción reducida en 2016, debida al clima seco. Sin embargo, la producción de maíz de 2017 repuntó en un 46 por ciento con respecto al año anterior, y se estima oficialmente en un nivel superior a la media de casi 3,5 millones de toneladas. La situación favorable de la oferta llevó al Gobierno a levantar la prohibición y se esperan tan solo volúmenes mínimos de importaciones en la campaña comercial 2017/18 (abril/marzo).