A finales de marzo de 2016, el Gobierno de Camboya anunció la retirada del impuesto de valor añadido (IVA) del 10 por ciento sobre los productos del arroz. El impuesto afecta principalmente a los molineros, y por tanto su eliminación hará bajar los costos de producción. La medida es parte de los continuos esfuerzos del país para impulsar el sector arrocero, apoyando tanto a molineros como a agricultores.