El Gobierno de China tiene previsto suspender su programa de almacenamiento de existencias de maíz con el inicio de la nueva campaña comercial en octubre. Varios años de compras gubernamentales a precios mínimos de apoyo elevados, dentro de este programa de almacenamiento, han empujado los precios internos del maíz a niveles muy superiores a los del mercado internacional. Esto ha dado lugar a grandes volúmenes de importaciones relativamente más baratas, mientras que el Gobierno ha acumulado abundantes existencias. Por ello las autoridades tienen la intención de sustituir el actual programa de almacenamiento con subsidios a los agricultores en caso de una caída de los precios durante la temporada de la cosecha, y con medidas para alentar a las empresas a comprar a los agricultores. Este cambio de política tiene como objetivo reducir la brecha entre los precios nacionales e internacionales, permitiendo que el mercado fije los precios internos, y, de forma general, promover la eficiencia del mercado.