Los precios al por menor de la harina de trigo de primera calidad siguieron manteniéndose relativamente estables en noviembre en medio de la recolección de una abundante cosecha nacional de trigo en 2020 (SMIA-Resúmenes informativos por países). Las iniciativas gubernamentales de estabilización de los precios durante la pandemia de COVID-19 ‑incluidos los límites máximos temporales de precios de los productos alimenticios, la prohibición de las exportaciones de trigo y los cuantiosos fondos asignados para reponer las reservas estatales‑, contribuyeron también a la estabilidad general de los precios en los últimos meses. El 19 de noviembre de 2020, el Gobierno decidió introducir una nueva prohibición de seis meses a la exportación de algunos productos agrícolas, incluidos el grano y la harina de trigo (FPMA-Políticas alimentarias). Sin embargo, en noviembre los precios se mantuvieron muy por encima de los valores de hace un año, tras haber aumentado fuertemente en marzo y abril de 2020, a raíz de un incremento de la demanda de los consumidores debido a la preocupación por la pandemia y las limitaciones de las exportaciones en Kazajstán, el principal proveedor del país. La depreciación de la moneda local ‑que perdió casi el 20 por ciento de su valor frente al dólar de los EE.UU. en los últimos 12 meses‑, contribuyó asimismo a que los precios aumentaran considerablemente con carácter interanual.