En la capital, Juba, los precios del maíz y el sorgo aumentaron de forma estacional en febrero de 2024 un 2 % y un 3 %, respectivamente, alcanzando nuevos máximos históricos. Los precios de la mandioca, el trigo importado y el maní –importantes alimentos básicos en la dieta local–, también aumentaron en febrero de 2024 un 2, un 5 y un 9 %, respectivamente. Los precios nominales del maíz y el sorgo en febrero eran más del 70 %, respectivamente, superiores a sus ya elevados valores de un año antes y más de 100 veces superiores a los de julio de 2015, antes del colapso de la moneda. Detrás de los altos precios de los alimentos están la insuficiencia de suministros debida a la baja producción local y a la reducción de las importaciones, y la situación macroeconómica siempre difícil debida a las bajas reservas de divisas y a la debilidad de la moneda nacional.