Program of Brazil-FAO International Cooperation

Productos de pequeños agricultores de El Salvador mejoran el refrigerio de los estudiantes

Las frutas y hortalizas compradas de los productores locales refuerzan el refrigerio de los estudiantes de 76 centros escolares de tres departamentos.

Para la adquisición de los productos se realizan ruedas de negocios, convocando a productores o asociaciones de la localidad. Foto: Yulissa Guevara/FAO

Santiago, 10 de junio 2015 - En el 2015, los estudiantes de 76 escuelas de los departamentos de Ahuachapán, Sonsonate y Usulután, en El Salvador, cuentan con un refuerzo en su refrigerio escolar a partir de la compra de frutas y hortalizas de productores locales. 

Entre los productos que se adquieren están: plátano, tomate, cebolla, yuca, banana, cebollín, ejote, rábano, chile verde y cultivos propios de la zona, los cuales son entregados de forma escalonada para que el producto que reciban los centros educativos sea lo más fresco posible. 

La iniciativa es ejecutada en el país con el apoyo de los proyectos de compras locales  y de fortalecimiento de los programas de alimentación escolar e involucra a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y el Ministerio de Educación (MINED), por medio del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO. 

Para la adquisición de estos productos se realizan ruedas de negocios, convocando a productores o asociaciones de la localidad a que participen y muestren sus productos para que los centros educativos conozcan. 

Representantes del MINED y la FAO visitaron los Centros Escolares Cantón Pepenance y la Parvularia Cordelia Avalos de Labor, ambas del departamento de Ahuachapán. 

“Ahora los niños vienen entusiasmados, comen y disfrutan de ese refrigerio por el sabor agradable, por los nutrientes, por la forma de preparación y porque les ha ayudado a su desarrollo y crecimiento, tanto físico e intelectual”, dijo Ana María Fajardo, directora de la Parvularia.

Herramienta pedagógica 

Además de las compras locales, los centros escolares desarrollan en sus espacios verdes los huertos escolares, iniciativa que no solo se suma a la dieta alimenticia de los estudiantes, sino que también contribuye a su formación como herramienta pedagógica. 

Para la maestra de matemática, Gladis del Carmen Lucha, el huerto escolar ha sido de mucho beneficio para hacer más dinámica y agradable su aprendizaje. 

“Esto me ha servido bastante en mi clase de matemática para que ellos puedan tener conocimientos significativos que no sean solo para un momento, sino que tengan una larga duración y que le sirvan para toda la vida”, dijo la maestra. 

El proyecto de compras locales cuenta también con el apoyo de la Secretaría Técnica de la Presidencia, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a través del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), las alcaldías y el Ministerio de Salud (MINSAL).