Santiago de Chile, 09 de maio de 2022 – En 10 años de implementación de la metodología Escuelas Sostenibles en América Latina y el Caribe (ALC), más de 23.000 centros escolares de la región ya se sumaron a la iniciativa, beneficiando a 1,6 millones de estudiantes en 15 países. Para celebrar y presentar los resultados de una década, fue llevado a cabo el evento virtual 'Escuelas Sostenibles: una década de transformación de la alimentación escolar, con enfoque en el derecho humano a la alimentación adecuada', promovido por el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE/MEC), por la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC/MRE) y por la Organización de las Naciones Unidas para la la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el marco del proyecto Consolidación de Programas de Alimentación Escolar en ALC, de la Cooperación Internacional Brasil-FAO. 

En representación del Gobierno de Brasil, Plínio Pereira, de ABC/MRE, elogió el trabajo de la Cooperación Internacional Brasil-FAO en alimentación escolar en los últimos años, y destacó que el estudio es relevante para traer la actualización sobre la implementación de Escuelas Sostenibles. “Este es un importante material de estudio para todos los gestores, técnicos e interesados ​​en fortalecer la alimentación escolar en nuestra región y más allá”, dijo. “Constituye otro contenido relevante que la Cooperación Brasil-FAO pone a disposición de los países socios en la región".

Para Najla Veloso, coordinadora del proyecto de alimentación escolar de la Cooperación Internacional Brasil-FAO, el estudio representa una síntesis de todo el trabajo realizado en la última década en términos de desarrollo de capacidades, articulación intersectorial, compras públicas a la agricultura familiar, participación social, Educación Alimentaria y Nutricional (EAN), implementación de huertos escolares y mejoramiento de la infraestructura de miles de escuelas. “Las Escuelas Sostenibles son un referente para la implementación de leyes y para hacer de la alimentación escolar una política de Estado. Durante más de 10 años han sobrevivido a cambios de gobiernos, crisis e inestabilidades, y ahora somos aún más fuertes con la Red de Alimentación Escolar Sostenible, la RAES”, evaluó. 

Durante el webinar, Bruno Silva, asesor internacional del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE) de Brasil, ejecutado por el FNDE, destacó la relevancia del estudio sobre Escuelas Sostenibles: "Este material muestra la historia de todo lo que se ha desarrollado en cooperación en la alimentación escolar, con una mezcla de pasado y presente".

Israel Rios, oficial de nutrición de la FAO, celebró la construcción del trabajo conjunto de la Cooperación Internacional Brasil-FAO con los países de la región y recordó que esta metodología cambió el paradigma de la alimentación escolar, institucionalizando la compra a la agricultura familiar y garantizando el enfoque de el derecho humano a la alimentación adecuada.

Una década de resultados y una nueva visión de la alimentación escolar

El webinar presentó los resultados del estudio “El Estado Situacional de las Escuelas Sostenibles en América Latina y el Caribe - 2021”, que ya está disponible en el sitio web de la RAES. La metodología de Escuelas Sostenibles también forma parte del compromiso del Gobierno Brasileño a través de la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES). El objetivo del estudio es facilitar la comprensión de la metodología y difundir sus resultados a un público más amplio, como gestores de políticas públicas, autoridades, técnicos, ONGs, directores de escuela, nutricionistas, padres y madres, agricultores, cooperativas, asociaciones, estudiantes, profesores, etc.

Mario Domingo Morales, consultor contratado para realizar el estudio, destacó que la metodología está presente en 536 municipios de los países participantes, asegurando una importante fuente de ingresos para 9.356 familias agricultoras a través de la venta directa de su producción a 23.385 escuelas. “Las Escuelas Sostenibles han transformado la vida de millones de familias en la región y lo seguirán haciendo”, evaluó.

Resultados

Entre los resultados destacados, se identificó que los países coinciden en que la creación de estos espacios de articulación, coordinación y toma de decisiones interinstitucionales e intersectoriales son necesarios para adoptar la metodología Escuelas Sostenibles para fortalecer los programas de alimentación escolar. Con la implementación de esta iniciativa, la alimentación escolar se visibilizó como una política estratégica para el desarrollo sostenible de estos países.

Con respecto a los menús escolares apropiados, la mayoría de los países los han desarrollado e implementado con referencia a las directivas nacionales de alimentación y nutrición para que sean adecuados, saludables, sabrosos y relevantes para la cultura local.

El estudio también identificó el continuo y creciente interés en las compras públicas a la agricultura familiar para la alimentación escolar por el importante apoyo que representa para los pequeños productores, las comunidades y los mercados locales. La mayoría de los países están de acuerdo en que este componente tiene el mayor efecto en la implementación de Escuelas Sostenibles.

Leyes

En los últimos 10 años se han aprobado e implementado leyes de alimentación escolar en países como Paraguay, Guatemala, Honduras y Ecuador, con base en la metodología Escuelas Sostenibles implementada en estos países y en la región, consolidando la alimentación escolar como una política de Estado. El Salvador también está trabajando actualmente en un proyecto de ley de alimentación escolar basado en la experiencia de Escuelas Sostenibles desarrollada en este país.

Escuelas Sostenibles

Creada a partir de la premisa de que las escuelas son espacios privilegiados de convergencia comunitaria y que el desarrollo social y económico de una ciudad está asociado a la inclusión educativa, la metodología consiste en implementar un “modelo” de alimentación escolar sostenible basado en seis componentes.

Estos componentes son: articulación interinstitucional e intersectorial; participación social y comunitaria; infraestructura adecuada para las escuelas; educación alimentaria y nutricional con la implementación de huertos escolares educativos; planificar menús de acuerdo con las necesidades nutricionales y culturalmente pertinentes; y compras públicas de alimentos a la agricultura familiar.

Los componentes se desarrollaron en escuelas y municipios seleccionados por los gobiernos, siempre respetando la realidad y peculiaridades de cada país participante. Así, estos centros educativos constituyen laboratorios de aprendizaje sobre la política de alimentación escolar, con el objetivo de lograr el escalamiento de la política de alimentación escolar a nivel nacional.