Nueva York/Washington. Un abrumador 85 % del incremento de las tierras agrícolas en el mundo durante la última década fue de regadío, lo que pone de manifiesto la importancia de un mayor rendimiento agrícola para alimentar al planeta y también la urgencia de un uso eficiente del agua, dijo hoy el Sr. QU Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en un acto de nivel ministerial, “Actuar sobre el agua para alimentar al planeta: asignación sostenible del agua para crear un mundo con seguridad alimentaria para todos”, organizado por los Países Bajos y Tayikistán, en paralelo al 77º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El regadío aporta mayores rendimientos, pero al mismo tiempo la producción de alimentos para una población creciente aumenta la presión sobre los recursos hídricos. Las numerosas sequías y la consiguiente escasez de agua que se han producido este año en el mundo han puesto de relieve la importancia de encontrar soluciones, señaló el Sr. QU.
La Excma. Sra. Liesje Schreinemacher, Ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo de los Países Bajos, fue la anfitriona del acto que pretendía explorar posibilidades e identificar formas de mejorar la alineación entre las políticas, la asignación y la gestión hídricas bajo la égida de los objetivos de seguridad alimentaria. Como resultado, la Ministra anunció la aportación de 5 millones de USD adicionales por parte del Reino de los Países Bajos para el proyecto Base de datos de acceso libre sobre la productividad del agua de la FAO (WaPOR), con el fin de apoyar el programa de medidas sobre el agua para que todos tengan acceso a los alimentos y al agua potable, antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua de 2023, que será hospedada por los Países Bajos y Tayikistán.
“Disponer de agua limpia y abundante es fundamental para la agricultura y para acabar con el hambre” y representa uno de los principales mandatos de la FAO, aseguró el Director General, al intervenir desde Washington, D.C. El Sr. QU subrayó que, dado que la agricultura supone ya más del 70 %de las extracciones de agua dulce a nivel mundial, el sector “debe producir alimentos más nutritivos con menos agua, y con menos insumos en general, para evitar efectos negativos sobre el medioambiente”.
Encontrar solucionesLa FAO trabaja con sus Miembros y asociados en la búsqueda de soluciones para mejorar el uso del agua.
Entre los proyectos de la FAO se encuentran los planes de modernización de los sistemas de riego a gran escala para hacer que la agricultura de secano sea más resiliente y productiva, así como la labor técnica en apoyo de políticas hídricas acertadas e inversiones en infraestructura e investigación.
“Los datos y el seguimiento son esenciales para el intercambio de información, la respuesta eficaz y la planificación eficiente”, subrayó el Sr. QU.
Una de las iniciativas en curso de la FAO es el proyecto
WaPOR en África y el Cercano Oriente, con el que se monitorea la productividad del agua a través de una base de datos de acceso libre. El sistema utiliza la teledetección por satélite para supervisar el uso del agua y la producción agrícola a escala granular y proporciona información que ayuda a los responsables de las políticas a tomar decisiones informadas, prepararse para la sequía y optimizar la producción agrícola.
“La Base de datos es un bien público digital que puede utilizarse en las zonas de regadío para calcular dónde la productividad del agua es alta o baja, lo que permite adoptar medidas específicas. Además, demuestra cómo los macrodatos pueden beneficiar a los pequeños agricultores”, indicó el Director General.
Expresó su agradecimiento al Gobierno de los Países Bajos por su generoso y continuo apoyo al proyecto. El Gobierno contribuyó
recientemente con otros 4,95 millones de USD para ampliar la cobertura geográfica y la capacidad de la Base de datos. La financiación adicional permitirá una expansión de la base de datos a escala mundial, así como la adición de dos nuevos países asociados en Asia y América Latina a los actuales 10 países de África y Cercano Oriente.
“Tenemos que hacer más”, añadió el Sr. QU, que subrayó la necesidad de asegurar que las tecnologías innovadoras, la ciencia, la innovación y las buenas prácticas estén a disposición de los agricultores en todas partes.