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Conectar a los productores de cacao de la remota Papua Nueva Guinea con los mercados mundiales


Los productores de cacao establecen nuevos vínculos y mejoran sus precios de venta

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Con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Unión Europea, se logró conectar a la cooperativa de cacao de Sperian Kapia con una empresa chocolatera que paga un precio más alto por sus granos de cacao, incrementando así los ingresos de los cultivadores locales de cacao. © FAO

06/11/2023

Desde las aldeas donde viven Sperian Kapia y otros cultivadores de cacao, junto al caudaloso río Sepik, se tarda más de cuatro horas en barco y camión a través de la accidentada y densa selva tropical de Papua Nueva Guinea, Estado insular del Pacífico, para llegar a Wewak, la ciudad más cercana, de unos 25 000 habitantes.

No es de extrañar que llegar a mercados rentables con los granos de cacao cultivados con tanto esfuerzo para la elaboración de chocolate sea uno de sus mayores retos. Pero, con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Unión Europea (UE), el grupo de cultivadores de cacao de Sperian ha logrado importantes avances que ya reportan beneficios a la comunidad.

Sperian afirma que el programa de Apoyo a la iniciativa empresarial, la inversión y el comercio rurales en Papua Nueva Guinea (EU-STREIT PNG), dirigido por la FAO y financiado por la UE, “nos ha dado gran proyección, lo que nos ha conectado con un mercado, y nos ha apoyado con muchas cosas importantes, como las plántulas de cacao y los insumos para cultivar cacao”.

Un punto de inflexión importante se produjo cuando, gracias al programa, tanto él como varios otros agricultores asistieron a la Exposición internacional de hostelería y servicios alimentarios, celebrada en Singapur en agosto de 2022. Allí, Sperian consiguió cerrar un acuerdo para vender sus granos a la empresa chocolatera Queen Emma, filial de Paradise Foods Ltd., de Papua Nueva Guinea. La empresa paga por sus granos secos entre 20 y 27 USD (entre 70 y 100 PGK) más que el precio medio ofrecido por los compradores intermediarios.

Este hecho ha tenido una repercusión inmediata en los 240 agricultores de la Cooperativa de Cacao MUPA Ltd, de la que Sperian es director. El grupo, denominado MUPA, toma su nombre de una antigua aldea que existía en las cercanías, como forma de recordar a sus antepasados y la historia de su tierra.

Los ingresos adicionales han permitido a MUPA y a sus procesadores de cacao afiliados pagar a los agricultores locales un 21 % más por los granos húmedos, que luego fermentan y secan, dándoles su aroma característico.

“Esto ayuda a que los padres de mi comunidad puedan pagar la escuela de sus hijos y comprar utensilios para sus casas y mejores alimentos para la dieta familiar”, afirma Sperian. A largo plazo, añade, la comunidad también espera utilizar el dinero para “seguir apoyando a nuestros agricultores en términos de desarrollo social; tenemos una escuela y queremos sostenerla con infraestructuras y material educativo, y también atención sanitaria”.

Acceder a mercados nuevos y especializados es crucial para las comunidades agrícolas remotas, ya que les permite vender sus productos a precios competitivos y obtener información valiosa sobre las tendencias de los mercados. © FAO

Conseguir este tipo de acceso a los mercados es vital para las comunidades agrícolas remotas, y no solo porque el acceso a nichos de mercado les permite vender sus productos a precios competitivos. Les facilita asimismo obtener valiosa información sobre las tendencias de los mercados y utilizarla para mejorar su calidad y productividad.

Sperian y sus compañeros agricultores han podido llegar también a nuevos mercados más lejanos. Gracias al apoyo del Programa EU-STREIT PNG de la FAO, la acción del Gobierno, la autoridad para la promoción de inversiones de Papua Nueva Guinea y la compañía chocolatera Queen Emma, fueron presentados a un nuevo comprador potencial de Nueva Zelandia.

Los agricultores enviaron 20 kilogramos de sus granos de cacao secos a Nueva Zelandia. Allí, la chocolatera Oonagh Browne quedó tan impresionada por la calidad que visitó la cooperativa de Sperian y acordó comprar entre 15 y 20 toneladas anuales de granos secos de cacao.

La Sra. Browne afirma que espera “cambiar el desequilibrio que existe en la industria chocolatera y (...) establecer precios verdaderos, reales y justos, llevar el cacao del Pacífico al mundo y compartir el increíble trabajo que hacen estos cultivadores de cacao”.

El programa EU-STREIT PNG pone en contacto a agricultores con compradores dispuestos a pagar precios justos por productos de calidad. Es solo una de las formas en que el programa contribuye a mejorar la vida de las comunidades agrícolas de Papua Nueva Guinea. © FAO

Poner en contacto a los cultivadores de cacao con chocolateros dispuestos a pagar precios justos por granos de buena calidad es solo un ejemplo de la labor del programa EU-STREIT PNG para contribuir a mejorar la vida de las comunidades agrícolas de las provincias de Sepik Oriental y Sepik Occidental, en Papua Nueva Guinea.

Además de la industria del cacao, también se centra en promover el desarrollo económico sostenible e inclusivo de las zonas rurales al mejorar la rentabilidad económica y el entorno de desarrollo de los agronegocios en las cadenas de valor de la vainilla y la pesca.

Las relaciones de Sperian con nuevos mercados demuestran que, por muy remotas que sean las comunidades, con el apoyo adecuado pueden establecer vínculos con los mercados que precisan para conseguir unos medios de vida dignos a cambio de su arduo trabajo.

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