Un proyecto de la FAO y NASA Harvest combina imágenes por satélite con datos de encuestas sobre el terreno mediante una aplicación para dispositivos móviles. Estos datos facilitan las labores de socorro en casos de desastre y ofrecen a los agricultores en Malawi y Namibia mejor información para el cultivo de alimentos. ©NASA Harvest/Christina Justice
Antiguamente, los agricultores consultarían el cielo de noche para determinar el momento oportuno de sembrar o cosechar. En la era de información actual, esos datos ya no vienen de la posición de las estrellas, sino de satélites artificiales y aplicaciones para dispositivos móviles. El uso de estos instrumentos innovadores está ayudando a los agricultores a mejorar el cultivo de alimentos. Asimismo, está contribuyendo a que los gobiernos adopten mejores decisiones sobre políticas y puede desempeñar un papel inestimable al ayudar a que las labores de socorro lleguen de forma más rápida a quienes lo necesitan cuando sobreviene un desastre.
A través de su Sistema mundial de información y alerta sobre la alimentación y la agricultura (SMIA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se ha asociado con el Consorcio Mundial para la Seguridad Alimentaria y la Agricultura de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de los Estados Unidos de América, conocido como NASA Harvest, para mejorar las estimaciones sobre el rendimiento de cultivos, ofrecer soluciones adaptadas para evaluar los cultivos y ayudar a organizar respuestas rápidas en caso de desastres.
El proyecto, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y puesto en marcha en 2021, combina los datos de encuestas recabados directamente sobre el terreno mediante una aplicación para móviles con las imágenes por satélite del terreno tomadas desde el espacio. Los dos grupos de datos se introducen luego en modelos de aprendizaje automático para ofrecer mapas que detallan con más precisión las tierras agrícolas y aportan información sobre las condiciones de cultivo.
Esta unión de fuentes de datos obtenidos sobre el terreno y por satélite reviste especial importancia en países como, por ejemplo, Malawi y Namibia, donde las pequeñas explotaciones agrícolas conforman la mayoría de determinadas regiones y los satélites por sí solos no pueden determinar fácilmente los lindes de los terrenos agrícolas.
Estos mapas de tierras de cultivo de Malawi fueron elaborados mediante modelos de aprendizaje automático de NASA Harvest y datos obtenidos sobre el terreno. El color azul claro corresponde a las zonas de tierras agrícolas inundadas por el ciclón Freddy. ©
Los efectos del ciclón Freddy
En Malawi, la FAO y NASA Harvest, que dirige la Universidad de Maryland, emplearon herramientas digitales y de teledetección elaboradas como parte del proyecto a fin de ofrecer una valoración rápida de las inundaciones provocadas por el ciclón tropical Freddy en marzo y abril de 2023.
Freddy trajo consigo el equivalente a seis meses de precipitaciones en solo seis días, provocando la muerte de más de 500 personas y el desplazamiento de aproximadamente 565 000. Para agravar la situación, el fenómeno meteorológico azotó Malawi a finales de la estación húmeda, cuando el nivel de los ríos era ya alto.
La evaluación, que fue llevada a cabo por el Ministerio de Agricultura de Malawi con el apoyo técnico de oficiales de la FAO sobre el terreno en Malawi y NASA Harvest, obtuvo datos de 2 095 terrenos en 11 distritos de la región meridional del país.
El 86 % de los agricultores encuestados notificaron que sus campos se habían inundado. Más de una cuarta parte de los agricultores perdió las reservas de alimentos debido a las inundaciones y casi un 40 % de los agricultores notificó la muerte de su ganado. Casi todos los agricultores encuestados comunicaron que la cosecha actual no sería suficiente para cubrir las necesidades de sus hogares hasta la próxima cosecha en abril de 2024.
Lo más importante fue que estos datos detallados se obtuvieron en cuestión de días y no semanas. En una situación de emergencia, esta rapidez y precisión pueden marcar una gran diferencia para las labores de socorro y respuesta.
“Los resultados de las evaluaciones sobre el terreno proporcionaron datos cruciales sobre los efectos de Freddy y ofrecieron al gobierno la información necesaria para enviar prestación de ayuda de manera oportuna a las zonas y personas que más lo necesitaban”, declaró el Sr. Jonathan Pound, economista de la FAO que trabaja con el SMIA.
Cómo se hace
Para recopilar los datos principales en los que se basan evaluaciones rápidas como estas, funcionarios del Ministerio de Agricultura, que recibieron capacitación virtual de la FAO y NASA Harvest, recabaron datos sobre el terreno mediante una aplicación basada en la tecnología móvil. La aplicación, conectada al Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para marcar la ubicación exacta del terreno, es muy intuitiva y recopila la información a medida que los funcionarios locales avanzan entre las hileras de cultivos. Al funcionar también fuera de línea, la aplicación reduce los costos y ofrece a los usuarios la flexibilidad adicional de subir los datos más tarde.
Cada terreno se marca con una coordenada del GPS y se etiqueta según el tipo de cultivo que allí se produce, además de mucha otra información agrícola. Estos datos se utilizan posteriormente para entrenar modelos de aprendizaje automático que identifican tierras agrícolas y tipos de cultivo a partir de imágenes satelitales, produciendo mapas de alta resolución.
En Namibia, que sufrió una sequía en 2023, la aplicación para móviles permitió a funcionarios locales y oficiales de extensión agrícola realizar un total de 4 500 encuestas, en lugar de las 600 que se habrían llevado a cabo utilizando lápiz y papel. Este método no solo es asequible y preciso, sino que también reduce al mínimo los tiempos de procesamiento, ya que toda la información se tipifica.
Además de acelerar considerablemente las operaciones y reducir los costos, “la gran ventaja es que mejora enormemente la calidad de los datos recabados”, señala el Sr. Samuel Kirichu, oficial de la FAO que trabaja en la oficina en Malawi.
Esto es especialmente relevante para los pequeños agricultores, que no siempre tienen un conocimiento exacto del tamaño de sus explotaciones. Disponer de datos más exactos sobre sus tierras puede ayudar a fundamentar mejor su uso de insumos, como semillas y fertilizantes, evitando el riesgo de una fertilización excesiva y reduciendo sus costos.
Según la Sra. Christina Justice, codirectora de seguridad alimentaria y alerta temprana para NASA Harvest, los datos recopilados de esta manera ayudan también a determinar lugares en los que hay nuevas amenazas para los cultivos, tales como sequías y enfermedades. Además, contar con “una primera versión de cuáles parecen ser las estimaciones de rendimiento varios meses antes de la cosecha resulta increíblemente útil”, ya que ello permite una mejor planificación a lo largo de la cadena de suministro agroalimentaria.
Además de sus usos en relación con la respuesta a los desastres, los datos de estimaciones de rendimiento recopilados en el SMIA son sumamente útiles para los agricultores al permitir una mejor planificación a lo largo de la cadena de suministro agroalimentaria. ©NASA Harvest/Christina Justice
Esta información resulta de especial importancia esta campaña agrícola, ya que se prevé que los efectos de El Niño pondrán en peligro la cosecha en Malawi.
“Ante el pronóstico de que El Niño traerá condiciones de sequía en esta campaña, el seguimiento estrecho de los cultivos y el acceso inmediato a estos datos resulta más crucial que nunca”, señaló el Sr. Pound.
Más adelante, la FAO y NASA Harvest tienen previsto ofrecer estimaciones iniciales de previsión del rendimiento para 2023/24 a los ministerios de Agricultura de Kazajstán, Malawi y Namibia. También se está trabajando para seguir elaborando encuestas de evaluación de cultivos basadas en tecnología móvil y ampliar el proyecto a otros países.
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