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Descubrir los escurridizos secretos de la naturaleza


El Programa Nansen sobre el enfoque ecosistémico de la pesca (Programa EEP Nansen) de la FAO identifica nuevas especies de medusa en las costas del África austral

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Existen desde hace más de 500 millones de años, pero aún queda mucho por descubrir acerca de las medusas. El Programa EEP Nansen, gestionado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), descubrió varias especies nuevas de medusa en la costa meridional de África, un importante logro en este campo científico. © FAO/Programa EEP Nansen

02/11/2023

Las medusas existen desde hace más de 500 millones de años y figuran entre los animales vivos más antiguos del planeta. Pueden encontrarse en todos los ecosistemas marinos, habitando incluso en las oscuras profundidades del océano, y suelen presentarse en grandes concentraciones a lo largo de la costa tropical.

Aunque hay más de 300 especies de grandes medusas, los científicos creen que aún quedan por descubrir muchas más.

A pesar de que estos animales marinos planctónicos desempeñan un papel crucial en los ecosistemas oceánicos, tenemos un escaso conocimiento de ellos como recurso potencial o como amenaza para la biodiversidad.

Así pues, entre 2017 y 2019, cuando el buque de investigación “Dr. Fridtjof Nansen”, la única embarcación de investigación con bandera de las Naciones Unidas, y su equipo de científicos descubrieron varias especies nuevas de medusa en las costas del África austral, se consideró un importante logro científico.

El buque forma parte del Programa EEP‑Nansen, gestionado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en estrecha colaboración con el Instituto de Investigación Marina de Noruega y financiado por el Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo. El programa reúne a 32 países asociados en África y el Golfo de Bengala y contribuye de forma significativa a la investigación marina y la creación de capacidad, en particular a través de sus asociaciones científicas con universidades africanas, entre otros.

“En los últimos 20 años aproximadamente, hemos comenzado a percibir que la especie no es una sola especie y, a medida que recorremos el mundo, observamos que, de hecho, son bastante diferentes”, declara Mark Gibbons, profesor de la Universidad del Cabo Occidental en Sudáfrica, que participó en los estudios del Programa Nansen.

El Programa EEP Nansen ha descubierto nuevas especies de medusa Chrysaora (a la izquierda) y Chironex (a la derecha). Antes solo se tenía conocimiento de que la especie Chironex, un tipo de cubomedusa tóxica, vivía cerca del continente australiano y en las costas de Tailandia. © FAO/Programa EEP Nansen

Los resultados iniciales de estos estudios más recientes han dado a conocer una nueva especie de Aurelia, o medusa luna; otra de Chrysaora (medusa de compases), y dos cubomedusas o cubozoos, una de las cuales pertenece al género Chironex.

Las cubomedusas son uno de los animales marinos más venenosos y una picadura de Chironex fleckeri, una cubomedusa de Australia nororiental, puede provocar problemas respiratorios y un paro cardíaco mortal en minutos.

“El descubrimiento de una nueva especie de Chironex es realmente interesante”, señala Gibbons. “Pero lo es, sobre todo, porque ahora está al otro lado del Océano Índico, donde no teníamos ningún registro previo de ella”.

El valor de la identificación de especies para la biodiversidad marina

La correcta identificación de especies es fundamental para proteger la biodiversidad amenazada de nuestros ecosistemas marinos. Sin embargo, algunos países costeros, especialmente en África y Asia, carecen de los recursos humanos y financieros necesarios para un seguimiento eficaz de la biodiversidad y los ecosistemas.

“Salvo algunas investigaciones en Sudáfrica, se han realizado pocos intentos de explorar y mejorar los conocimientos de este importante grupo taxonómico en la región”, declara Edoardo Mostarda, experto de la FAO en pesca y biodiversidad.

“El descubrimiento de nuevas especies de medusa es, por tanto, sumamente importante, ya que demuestra que aún nos queda mucho por saber acerca de la diversidad de las medusas y otros grupos taxonómicos en las costas de África”.

El potencial de las medusas

Las medusas desempeñan una función esencial en los ecosistemas oceánicos. Son depredadores y presas, así como un potencial recurso. Todas las especies de medusa contienen colágeno, que se puede extraer para fines farmacéuticos o cirugía reconstructora. Los polisacáridos de la piel de las medusas pueden aplicarse a heridas, mientras que el veneno se está probando como posible medicamento contra el cáncer.

Algunas especies son asimismo comestibles. Ricas en proteína y con un bajo contenido de carbohidratos, han sido fuente de alimento en la región de Asia y el Pacífico durante siglos.

Pero existen preocupaciones de carácter medioambiental y económico en torno a las medusas. En algunas partes del mundo, su número está aumentando considerablemente y pueden repercutir negativamente en los medios de vida de los pescadores. Una gran cantidad de medusas puede obstruir las redes de pesca y perjudicar las capturas de pescado.

Asimismo, las medusas pueden desplazar poblaciones de peces pelágicos pequeños, como anchoas o sardinas, porque se comen sus huevos y larvas, y pueden competir con especies pelágicas por el mismo tipo de plancton para sobrevivir.

Por estos motivos, resulta importante saber más acerca de los lugares en los que se encuentran las medusas y los efectos que tienen en el medio ambiente y la biodiversidad.

“Es fundamental realizar una identificación precisa de las especies para entender la biología, la distribución y la dinámica de las poblaciones de los distintos componentes de nuestros ecosistemas. Los estudios del Programa Nansen son esenciales para impulsar nuestros conocimientos científicos en ámbitos poco conocidos y en relación con la gestión pesquera”, señala Merete Tandstad, coordinadora del Programa EEP‑Nansen.

Para mejorar los conocimientos generales sobre las medusas y sus efectos en la pesca y los medios de vida, el programa publicó una guía ilustrada de las medusas encontradas en África occidental. © FAO/Programa EEP Nansen

La información es esencial y, por este motivo, el Programa EEP‑Nansen y la Universidad del Cabo Occidental han publicado la guía titulada “Identification Guide to Macro Jellyfishes of West Africa” (Guía de identificación de las macromedusas de África occidental), un glosario totalmente ilustrado de 56 macromedusas. Esta guía, que abarca aproximadamente una sexta parte de las medusas que se conocen en todo el mundo, es una importante contribución al campo de estudio.

“Por primera vez, contamos con una guía intuitiva sobre las medusas de la región, que pueden utilizar científicos y observadores en el ámbito de la pesca, maestros y profesores”, señala Gibbons, quien también participó en la autoría de la publicación.

Además, la guía reviste importancia para gestores medioambientales que necesitan datos mejores a fin de evaluar la repercusión que estos animales tienen en la biodiversidad, las poblaciones de peces y los medios de vida basados en la pesca o el turismo. Gibbons indica que una variación en el número de medusas o la composición de las capturas puede reflejar una fluctuación natural de las poblaciones o puede ser un indicio de que algo va mal en el ecosistema.

“El valor real de la guía es que nos permite, por primera vez, empezar a establecer una línea de base determinante”, afirma.

Mediante el Programa EEP‑Nansen, la FAO trata de mejorar la capacidad de los científicos de recopilar datos, lo que da lugar a una identificación más precisa y exhaustiva de las especies y, a la larga, apoya una mejor gestión de los recursos y la sostenibilidad a largo plazo de los ecosistemas marinos.

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