Food and Agriculture Organization of the United NationsFood and Agriculture Organization of the United Nations

Ya no es un negocio arriesgado


El aumento de las inversiones en agricultura conduce a un cambio de opinión y se destaca en Benin

02/04/2025

Nunca conocerán a una mujer con más energía. Edith Mireille Deguenon, conocida como Mireille, camina por los terrenos de su empresa con pasos rápidos y gran decisión y entusiasmo. Su pasado está lleno de experiencias, su futuro está lleno de planes. Por la forma en que mira a su alrededor, se nota que tiene una visión para Oasis des Enfants, la agroempresa que puso en marcha para combatir la malnutrición infantil.

Su paso en esta dirección fue algo lógico. Tras cursar todos sus estudios y convertirse en enfermera diplomada, asignada una y otra vez a pediatría, vio una cantidad suficiente de niños con el vientre dilatado, con retraso del crecimiento o que padecían de algún otro modo los efectos de la malnutrición.

Mireille recuerda: “Fue cuando estaba en pediatría cuando me interesé por curar y nutrir a los niños”.

Cuando se casó y se trasladó a Cotonú, Mireille abandonó su profesión de enfermera, pero emprendió estudios de salud pública y, en 2010, obtuvo su diploma en salud y nutrición infantil. Después creó una guardería para niños con enfermedades, pero en 2012 decidió hacer frente de lleno a la malnutrición fabricando harina enriquecida. La harina, una combinación de maíz, soja, cacahuete o mijo, ayuda a las familias a satisfacer las necesidades nutricionales de sus hijos.

v

En Benin, entre el 9 y el 10 % de la población padece inseguridad alimentaria y cerca del 34 % de los niños menores de cinco años están afectados por malnutrición crónica, una condición que suele comenzar con las madres malnutridas.

Mireille, muy versada en ciencias de la nutrición, decidió que más allá de producir harina en su fábrica renovada de Abomey-Calavi, quiere que Oasis des Enfants sea un espacio al que las madres embarazadas, lactantes o primerizas también puedan acudir para aprender sobre nutrición mediante demostraciones de cocina y sesiones informativas.

Mireille buscó financiación para poner sus planes en marcha, colaborando con Hervé Kassa, un facilitador capacitado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para utilizar una herramienta innovadora denominada RuralInvest

RuralInvest, desarrollado y gestionado por el Centro de Inversiones de la FAO, es un programa informático que ayuda a agricultores y empresarios a transformar datos empresariales, como los rendimientos agrícolas, en planes de negocios estructurados. Pero RuralInvest es realmente algo más que un programa informático: es una metodología y un conjunto de herramientas de capacitación y apoyo que facilitan conexiones entre los actores a lo largo de la cadena de valor de los sistemas agroalimentarios.

En Benin, a través del proyecto de desarrollo agrícola y apoyo al acceso a los mercados (PADAAM), RuralInvest se está convirtiendo en un instrumento cada vez más importante para apoyar las inversiones agrícolas, mostrando resultados importantes mediante la facilitación del acceso a la financiación de los bancos y los sistemas financieros descentralizados.

El proyecto PADAAM, financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), muestra de qué manera los conocimientos técnicos de la FAO y el apoyo financiero del FIDA (60,3 millones de USD de un total de 106,41 millones de USD), en asociación con partes interesadas públicas y privadas, impulsan inversiones de gran repercusión y a gran escala. Se prevé que el proyecto PADAAM llegará a más de 55 000 hogares rurales.

Hervé es uno de los más de 300 expertos de RuralInvest capacitados en Benin, que a su vez han ayudado a más de 22 000 agricultores y agroempresarios benineses, como Mireille, a acceder a financiación mediante planes de negocios viables.

Con la orientación de Hervé, la propuesta de Mireille se presentó al comité decisorio de PADAAM, donde los proyectos aprobados reciben subvenciones iniciales que sirven de catalizadores para atraer financiación adicional.

Una vez aprobado su plan de negocios, Mireille está trabajando para ampliar su producción e introducir un nuevo producto junto a sus dos tipos de harina actuales. Su intención es contratar a más mujeres, especialmente madres recientes, para seguir apoyando la economía rural local.

Desde la introducción de RuralInvest en el proyecto PADAAM en 2020, el proyecto ha validado 590 planes de negocios. El 78 % de ellos ya ha recibido fondos del proyecto PADAAM y de instituciones financieras nacionales.

“El acceso al crédito es el núcleo del desarrollo rural en realidad porque el mundo rural es limitado, desde el punto de vista financiero y económico. Cuando hay tierra, mano de obra y estructuras estatales que ofrecen diversas formas de apoyo, pero no hay financiación que venga a ayudar, la cosa se complica... Por eso es que la financiación se presenta realmente como una solución”, afirma Cyrille Hounsou, Director General de Pebco Bethesda, una institución de microfinanciación que colabora con el proyecto PADAAM y ofrece cofinanciación para los planes de negocios aprobados.

Mireille no pone límites a sus sueños para el futuro, un futuro que se concreta cada vez más con un mayor acceso a financiación. /p>

El nombre de su empresa, Oasis des Enfants, simboliza la visión de Mireille:

“Cuando pasas por el desierto, hay polvo, hay calor, no hay agua, no hay gente, está vacío... Pero en algún momento, puedes encontrar agua con arbustos. Eso es lo que denominamos oasis. Eso fue lo que me inspiró. Dije que mi empresa sería como esta agua... Cuando vengan aquí, estarán saludables. Tendrán vitalidad y lograrán crecer”, afirma Mireille.

Pensamiento centrado en la inversión

Para los agroempresarios, RuralInvest ayuda a convertir sus visiones en planes de negocios listos para la inversión. Para los inversionistas como bancos o instituciones de microfinanciación, la herramienta ayuda a comprender la realidad de las empresas agrícolas y a reducir los riesgos percibidos en la concesión de préstamos, facilitando el acceso a una financiación adaptada.

“El gran problema de los productores y elaboradores es la cuestión de la financiación adaptada. No es que no haya recursos disponibles. Hay recursos disponibles, pero estos recursos deben satisfacer las necesidades o responder a las especificidades de las actividades”, afirma Sikirou Alabi Oloulotan, Coordinador de ProCaR, un programa gubernamental que coordina el proyecto PADAAM y otras actividades financiadas por el FIDA en el país.

Junto con el uso de RuralInvest, el proyecto PADAAM está ayudando a las instituciones financieras a comprender las necesidades específicas de los productores y elaboradores agrícolas, como diferentes condiciones de préstamo o planes de pago adaptados, basados en la estacionalidad y las especificidades de las actividades agrícolas. Como los productores agrícolas a menudo tienen que esperar a la cosecha para cobrar, suelen tener menos posibilidades de hacer un gran desembolso inicial. Todos estos son ámbitos en los que la FAO está trabajando con las instituciones financieras para ayudar a adaptar estos préstamos a la realidad de la agricultura.

En pocas palabras, RuralInvest ayuda a los agricultores y a las instituciones financieras a hablar el mismo idioma, explica Hervé.

También está ayudando a cambiar la opinión de los inversores de que la agricultura es un negocio demasiado arriesgado. Olivier Tonato, Especialista Nacional en Agronegocios de Cereales para el proyecto PADAAM, comenta que RuralInvest “devuelve la confianza a los bancos e instituciones de microfinanciación y les permite quitarse de la cabeza la idea de que el sector agrícola es arriesgado”.

Como en cualquier negocio, hay que mitigar los riesgos. Con más información sobre este sector y con planes de negocios que ayuden a traducir los resultados en opciones de financiación, las instituciones financieras están más dispuestas a trabajar con los pequeños agroempresarios y otorgarles los créditos que necesitan para crecer.

“Actualmente, los productores pueden comprar equipos que permitan a su empresa alcanzar un determinado rendimiento porque RuralInvest permite visualizar inversiones a cinco, 10, 20 años o más.... Así que hoy podemos establecer fácilmente una correlación entre inversiones y resultados, lo que permite evaluar fácilmente el rendimiento de la empresa”, describe Tonato.

Aspectos básicos

Además de la financiación, Mireille se enfrenta a un desafío básico pero fundamental: la materia prima. Estos elementos básicos no se dan por descontados en la agricultura, donde la producción está muy influida por fuerzas externas, como los cambios en el clima, las precipitaciones, las plagas, las enfermedades y las perturbaciones del mercado mundial. Estos factores pueden cambiar no solo la cantidad que se puede producir, sino también el precio, lo que puede suponer un gran desafío para los pequeños agroempresarios.

“El precio [de los granos de maíz] cambia periódicamente y este año fue terrible. El maíz se ha vuelto muy caro”, señala Mireille. “Debemos negociar con los productores para que guarden parte de sus existencias y nos las vendan poco a poco cuando el precio esté estable”.

RuralInvest ayuda a estructurar y formalizar las relaciones comerciales que el proyecto PADAAM facilita entre productores y elaboradores y comerciantes.

El Director de Gabinete del Ministerio de Agricultura, Aguemon Dossa, afirma: “Está la cuestión de los vínculos comerciales, porque cuando uno produce y no vende, no seguirá produciendo. Así que, desde este punto de vista, es sumamente interesante que el proyecto PADAAM establezca vínculos de negocios para abordar los problemas de la producción”.

Para los productores de maíz, arroz y yuca, estas relaciones comerciales estables son esenciales. Adele Gogoe, secretaria de la cooperativa de maíz UCCPMA, destaca que el acceso a los mercados era un obstáculo importante hasta que el proyecto PADAAM conectó a su cooperativa con Oasis des Enfants, lo que les permitió vender su maíz con mayor eficacia.

Adele espera que surjan más oportunidades como esta para ampliar el acceso al mercado y obtener financiación para la producción de maíz. “Los productores necesitan apoyo financiero: es muy difícil producir sin ese apoyo”.

Inversiones para crecer

En la explotación de Eloi Hounkponnou, en las afueras de la ciudad de Grand Popo, en el oeste de Benin, estas conexiones comerciales son muy claras. Con los arrozales a un lado de la carretera y la fábrica de elaboración al otro, Eloi y los productores locales trabajan juntos para lograr un producto final: cultivar arroz orgánico, un cultivo que conoce desde su infancia.

De niño, Eloi iba a los arrozales por la mañana y por la tarde iba a la escuela.

Tras terminar el bachillerato, se puso a trabajar en el puerto para ganar más dinero para su familia. Unos pocos años más tarde, cuando le diagnosticaron diabetes, Eloi volvió a la agricultura, decidido a producir alimentos sin productos químicos.

“Quiero dar algo saludable a la población”, dice Eloi sobre su decisión de producir arroz orgánico.

Los comienzos fueron duros. Eloi dice: “Tuvimos grandes dificultades para cosechar el arroz, muchas dificultades. Descascarillamos el arroz e incluso tuvimos que alejarnos hasta 250 kilómetros de aquí para clasificarlo”.

Se produjo un gran avance cuando una agencia local lo puso en contacto con el proyecto PADAAM y la metodología RuralInvest de la FAO. Con la ayuda de un facilitador, Eloi trazó un mapa de su producción a lo largo de tres años e identificó un gran potencial para aumentar la producción.

Una vez que contó con un plan de negocios claro, el proyecto PADAAM otorgó a la empresa de Eloi, Viva Matekpo, fondos para comprar equipos esenciales: un clasificador, un calibrador y una secadora. Estas herramientas han reducido los largos desplazamientos hasta Grand Popo para utilizar las máquinas y han aumentado su producción de 270 a 350 toneladas de arroz.

Pero lo que más entusiasma a Eloi es que RuralInvest también aportó visibilidad y credibilidad a Viva Matekpo, abriendo nuevas oportunidades de financiación y ayudándole a conseguir un préstamo de 10 millones de francos CFA (17 000 USD) de la institución de microfinanciación, la Caisse Locale de Credit Agricole Mutuel (Caja Local de Crédito Agrícola Mutuo), para seguir expandiéndose. “Con eso [RuralInvest], podemos abrir otras puertas”, afirma. “No es algo limitado”.

Eloi aspira a producir 1 000 toneladas de arroz y convertirse en el primer distribuidor de arroz orgánico de la región. Eloi dice que el proyecto los puso en la senda correcta y ahora todo depende de ellos.

Isaias Angue Obama, Representante de la FAO en Benin, subraya el papel de RuralInvest en la transformación agrícola, señalando que “este tipo de intervención es necesaria: la preparación de un plan de negocios, prepararse para pedir apoyo financiero, este aspecto es muy importante... los actores deben encontrar su independencia financiera”.

Eloi se siente seguro para buscar más financiación por su cuenta. “Vemos algo coherente, real y tangible”, concluye.

Establecer conexiones

En los campos de Zinvié, los agricultores de la cooperativa de Sedjlo emprenden la ardua tarea de cosechar la yuca y preparar los campos para la temporada siguiente. La yuca, como el maíz y el arroz, es otro cultivo fundamental para la seguridad alimentaria en Benin. Es especialmente importante gracias a su capacidad para crecer durante todo el año.

El tractor que Sedjlo adquirió gracias a su plan de negocios financiado por RuralInvest es una enorme ayuda para esta labor, al igual que los triciclos de cultivo que utilizan para llevar la yuca a su comprador, Alitech.

Otra conexión establecida a través del proyecto PADAAM, Sedjlo y Alitech, un elaborador agrícola, han hecho crecer sus negocios juntos, confiando el uno en el otro y con RuralInvest para asegurarse de que el plan de negocios de Alitech (el comprador) coincidiera con el plan de Sedjlo (el productor).

“Nuestro desafío era aumentar nuestra capacidad para consumir más materia prima de los productores”, dice Daniel Narcisse Savi, coordinador de RuralInvest en Alitech.

A estos efectos, Alitech solicitó la ayuda de RuralInvest para crear un plan de negocios financiable que le permitiera adquirir más equipos, en concreto, secadoras. Con más equipos, Alitech elabora más, contrata a más personal, compra más yuca a Sedjlo, que a su vez cultiva más y gana más por su producto.

Con el apoyo a más alianzas productivas como estas, el sector agrícola de Benin aumenta sus oportunidades.

Lograr que la agricultura sea rentable

La agricultura es una parte fundamental de la economía de Benin. Según el Ministerio de Agricultura, es la principal fuente de empleo para cerca del 75 % de la población. La mayoría son pequeños agricultores y productores que trabajan en menos de dos hectáreas de tierra. El crecimiento de la agroindustria, de la producción y de los ingresos es parte de la solución.

“La pobreza es ante todo rural, según las cifras. Es más llamativa en las zonas rurales... así que uno de los desafíos de la agricultura actual es cómo lograr que los productores vivan mejor con sus actividades agrícolas. Es decir, mejorar los ingresos", reflexiona Dossa.

La FAO colabora con el Ministerio de Agricultura de Benin para institucionalizar el uso de RuralInvest en el país a través de inversiones a gran escala. Alcanzar una masa crítica de empresas que utilicen esta metodología repercutiría en el sector agrícola en general y en los medios de vida de los agricultores y productores agrícolas, apoyando a las empresas para que se expandan de forma independiente.

“Si mañana terminara el proyecto PADAAM, toda esta enseñanza, toda esta capacitación, toda esta aplicación debe permanecer de tal forma que todos estos diferentes actores puedan actuar por sí mismos, ya sea en el nivel de producción, de la cadena de valor o de la demanda", expresó Obama, representante de la FAO.

Crear capacidad cambia la mentalidad y genera autonomía. Ese es el futuro de la agricultura beninesa en el que invierte la FAO.

El Centro de Inversiones de la FAO creó RuralInvest hace más de 20 años, pero en 2022 presentó una versión actualizada y aún más fácil de usar. RuralInvest se utiliza actualmente en 15 países, se ha capacitado a 1 500 personas en el uso de la herramienta y se han elaborado más de 2 000 planes de negocios, lo que supone una financiación total de más de 60 millones de USD.

Esta historia forma parte de una serie para conmemorar el 60.º aniversario del Centro de Inversiones de la FAO, destacando décadas de asociaciones, iniciativas e inversiones que han influido en los sistemas agroalimentarios. Descubra cómo el Centro de Inversiones de la FAO sigue impulsando soluciones de inversión y financiación agrícolas, transformando vidas en todo el mundo.

Para obtener más información: