Centro de inversiones de la FAO

Cerrando la brecha digital en Uruguay y Honduras

La FAO y el Banco Interamericano de Desarrollo se unen
27/05/2019

Smartphones, big data, inteligencia artificial, Internet de las cosas, agricultura de precisión: estas y otras tecnologías digitales ayudan a los agricultores a tomar mejores decisiones, ser más productivos, rentables y competitivos.

En colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Centro de Inversiones de la FAO ha evaluado el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el sector agrícola de Uruguay.

Dennis Escudero, economista de la FAO con sede en Panamá, señaló que varios estudios apuntan a la "relación directa y positiva entre el uso de las tecnologías digitales, la productividad y competitividad agrícola".

“Los productores pueden mejorar el rendimiento de sus cultivos y la producción animal, y aumentar sus ingresos, en algunos casos hasta  hasta en un 40 por ciento, mediante el uso de soluciones digitales como teléfonos inteligentes, plataformas de comercio electrónico, agricultura de precisión, inteligencia artificial, Internet de las cosas o una combinación de estas tecnologías. Y una mayor productividad equivale a una mayor producción y seguridad alimentaria, y también a un uso más eficiente de los recursos naturales como la tierra y el agua”, agregó.

 

Retos y oportunidades

Uruguay es uno de los países más avanzados de América Latina en términos de TIC. El uso del teléfono móvil y de Internet es especialmente alto.

El país también cuenta con un entorno legal e institucional favorable para la innovación y adopción digital.

Pero mientras que los agricultores de mayor escala emplean tecnologías digitales de manera sistemática para mejorar su productividad, los pequeños agricultores familiares de Uruguay están tardando en adoptar la agricultura digital plenamente.

La limitada educación digital, especialmente entre los agricultores de mayor edad, el tamaño de la granja, el conocimiento insuficiente de las soluciones tecnológicas, o el acceso a asistencia técnica especializada, por nombrar algunas, son algunas de las razones por las que esto ocurre.

Sin embargo, las oportunidades abundan, incluyendo el gran interés del Gobierno por digitalizar diferentes sectores, un sector privado dinámico, el uso generalizado de teléfonos inteligentes y el coste cada vez más bajo de acceso a las soluciones digitales.

 

Digitalización de sistemas agrícolas

Para evaluar el uso de las TIC en Uruguay, la FAO se entrevistó con numerosos actores, incluyendo agricultores, organizaciones de productores, funcionarios de extensión agraria, proveedores de tecnología, universidades, organizaciones multilaterales, ONGs y entidades gubernamentales.

Con esta información, la FAO propuso acciones concretas para incorporar las TIC en los sistemas agrícolas, extensión agrícola, asistencia técnica y la capacitación con el objeto de llegar a más agricultores familiares.

Algunas de estas propuestas fueron la creación  de incentivos para el desarrollo y la adopción de las TIC con el fin de acelerar los procesos de innovación en diferentes cadenas de valor agropecuarios, así como el establecimiento de un programa de capacitación sobre el uso de las TIC.

La FAO también recomendó un mayor diálogo y colaboración entre las organizaciones de productores y los proveedores de TIC para que las soluciones digitales respondan a las necesidades de los agricultores.

“El uso de las tecnologías digitales puede acelerar la innovación en diferentes áreas. La clave es asegurarse de que estas tecnologías realmente agreguen valor y beneficien a los agricultores, especialmente a los agricultores de pequeña escala. El desarrollo de capacidades también es importante, ya que no queremos ampliar inadvertidamente la brecha digital ", apuntó Wafaa El Khoury, jefa de servicio en el Centro de Inversiones de la FAO.

 

Fuerte tendencia en la región

La evaluación técnica realizada por la FAO fue un insumo  para que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay tomara la decisión de promover  inversiones que permitan incorporar TIC en la pequeña agricultura a través  de un subcomponente de un programa de desarrollo rural financiado por el BID.

Actualmente el BID está promoviendo esta línea de trabajo en Honduras con el apoyo de la FAO. Allí el equipo viene realizando un análisis sobre la oferta y la demanda de TIC mediante la identificación de proveedores de servicios nacionales e internacionales, poniéndoles en contacto con instituciones agrícolas y otros actores implicados en el sector privado para discutir oportunidades de inversión en agricultura digital.

En este estudio, se viene analizando el impacto social, económico, ambiental e institucional que la aplicación de diferentes TIC tendrían en el sector agrícola de Honduras.

En marzo, el BID realizó un congreso internacional en Honduras sobre innovaciones tecnológicas en el sector agrícola (AGROTECH), con la participación de reconocidos expertos y proveedores de servicios identificados por la FAO.

“La digitalización de la agricultura es una tendencia muy fuerte en la región. Las generaciones futuras de agricultores, ya sean pequeños agricultores familiares o productores a gran escala, probablemente usen soluciones digitales en sus actividades diarias. Necesitamos estar preparados y comprender los beneficios, desafíos e impactos más amplios que las TIC podrían aportar al desarrollo agrícola”, afirmó Ana R. Rios, especialista principal del BID.

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