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La incipiente crisis alimentaria, energética y financiera derivada de la pandemia, así como el agravamiento de la situación por la guerra en Ucrania, y el cambio climático, están abocando a más personas a la pobreza extrema y al hambre.

Estamos viviendo tiempos de desazón e incertidumbre. Sin embargo, si algo sabemos seguro es que hay que transformar los sistemas agroalimentarios para que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.

Este es el contexto en el que el Centro de Inversiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha prestado su gama completa de servicios de apoyo a la inversión a Estados Miembros en 2021. La última edición del Informe anual del Centro, publicada hoy, repasa algunos de estos logros.

"El Centro de Inversiones de la FAO es el centro de referencia para nuestros Miembros, así como para las instituciones públicas, el sector privado, los agricultores y las instituciones. Todos ellos pueden acudir a él para hallar soluciones sostenibles de inversión y financiación", escribió el Director General de la FAO, Qu Dongyu, en su mensaje de apertura del Informe anual.

"Queremos darnos a conocer a más inversores, trabajando estratégicamente en toda la Organización para escalar la inversión y para que el Centro de Inversiones se convierta en un centro de apoyo a la inversión y las finanzas al servicio de nuestros Estados Miembros", añadió el Director General.

La colaboración con asociados históricos como el Banco Mundial, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, así como una intensa movilización de equipos de la FAO en todo el mundo, siguió produciendo resultados impresionantes en 2021.

El Centro ayudó a diseñar 42 proyectos de inversión pública en 37 países. Estos proyectos fueron aprobados por socios financieros internacionales y sumaron un valor de 7 200 millones de USD, frente a los 6 600 millones del año anterior. Pese a las limitaciones derivadas de la COVID-19, el Centro también siguió apoyando a los países con su labor normativa e impulsando la ejecución de 245 proyectos de inversión pública en marcha en 91 países, con un valor conjunto de 42 600 millones.

El Centro realizó aportaciones a 20 estrategias agrícolas, 26 estudios sobre políticas, 24 estudios sectoriales y 21 diálogos y actos sobre políticas.

Un período de transformación

El Director del Centro de Inversiones de la FAO, Mohamed Manssouri, señaló que el Centro está viviendo actualmente un período de transformación, respaldado por una afluencia significativa de recursos y la ambiciosa visión del Director General.

"Aspiramos a convertirnos en un Centro más fuerte, más dinámico y con visión de futuro, el lugar al que los Estados Miembros y los inversores acuden en busca de soluciones sostenibles de inversión y financiación agroalimentaria", explicó.

Esta transformación se conoce coloquialmente como "4+2". Se centra en cuatro soluciones principales que favorecen la planificación y las políticas de inversión estratégica, la inversión pública, la inversión privada y las finanzas innovadoras, junto con las dos soluciones complementarias: conocimientos para la inversión y desarrollo de capacidades para la inversión.

Desde el año pasado, el Centro ha sumado un servicio geográfico para el África central y occidental y otro para América Latina y el Caribe, un paso que le permitirá reforzar su labor en cada región.

En los años venideros, intensificará su enfoque y su divulgación por países, fortalecerá, ampliará y diversificará sus alianzas y se implicará en más colaboración estratégica en el conjunto de la FAO para escalar inversiones agroalimentarias. El objetivo es atender mejor las necesidades críticas de los países trabajando a través de socios financieros y también, directamente, con los Estados Miembros.

La Iniciativa Mano de la mano de la FAO y el análisis de las evaluaciones de sistemas alimentarios a gran escala y los diálogos nacionales realizados en 2021 aportan buenos puntos de entrada para las políticas y las inversiones dirigidas a transformar los sistemas agroalimentarios.

El Centro también seguirá evolucionando con el panorama de las inversiones en su esfuerzo por aumentar los flujos de inversiones agroalimentarias, tanto públicas como privadas, y por conseguir sistemas agroalimentarios más resilientes y más verdes. Esto implica ampliar su trabajo en áreas como la distribución de alimentos y la logística agroalimentaria efectivas; la financiación para el clima, la financiación verde y la azul; las inversiones de impacto; instrumentos específicos para la eliminación de riesgos y la financiación combinada y, por último, las tecnologías financieras.

Así mismo, seguirá ampliando su gama de productos de Conocimientos para la inversión (K4I), aportando los conocimientos, las ideas y las innovaciones más recientes, tanto de la FAO como de fuera de la Organización, para mejorar las inversiones agroalimentarias.

"El liderazgo de la FAO nos anima a pensar a lo grande, a buscar nuevas formas de contribuir a erradicar el hambre y la malnutrición, reducir las desigualdades y proteger el medio ambiente", afirmó Manssouri.

"Estoy seguro de que juntos podemos hacer realidad esta transformación y ayudar a los países a conseguir un futuro mejor."