El estado de los bosques depende del modo en que se utilizan y se gestionan, lo cual, a su vez, depende en gran medida de quiénes detentan los derechos de propiedad y se encargan de la gestión. “Tenencia” es un término genérico que hace referencia a una variedad de acuerdos que asignan los derechos sobre la tierra y sus recursos, y que por lo general, establecen condiciones a aquellos que tienen tierras. La tenencia regula el acceso a los recursos y su uso. Los acuerdos de tenencia pueden suponer derechos exclusivos (cuando una sóla persona o un grupo tiene acceso a un recurso) o amplios (cuando más de un grupo de personas ostentan derechos seguros de tenencia sobre los mismos recursos).

La tenencia forestal es un concepto amplio que comprende la propiedad, el arrendamiento y otros acuerdos relativos al uso de los bosques. Es una combinación, definida jurídica o consuetudinariamente, de la propiedad forestal y otros derechos o acuerdos para la gestión y la utilización de los recursos forestales. La tenencia forestal determina quién puede utilizar qué recursos, durante cuánto tiempo y en qué condiciones. Aunque la tenencia forestal está estrechamente relacionada con la tenencia de la tierra, se refiere no sólo a la tierra, sino también a los bosques que crecen en ella.

La gestión forestal sostenible tiene escasas probabilidades de éxito sin la seguridad ofrecida por acuerdos fiables y negociados sobre la tenencia. En muchos países, solucionar las controversias sobre la tenencia forestal no es una tarea fácil, pero debe hacerse –con la máxima eficacia a través de un proceso transparente y justo– para que la gestión sea sostenible.

Los distintos acuerdos sobre la tenencia forestal pueden asignar diferentes combinaciones de derechos, como derechos de uso, gestión y control de los recursos forestales; la comercialización de productos forestales, y herencia, venta, transferencia, cesión, arriendo o contracción de hipotecas de la tierra forestal (y a veces de los árboles y otros recursos sobre dicha tierra). Algunos sistemas de tenencia conceden a las personas el derecho de usar las tierras (o también los bosques), pero no el derecho de propiedad o transferencia.

En algunos lugares, la propiedad y la gestión tradicionales se pueden aplicar a los bosques que están sujetos a un sistema estatutario de tenencia (ya sea para la explotación como para la conservación). La falta de claridad en cuanto a los derechos y las responsabilidades sobre las tierras y los recursos forestales pueden crear confusión y reclamaciones conflictivas.

En muchos contextos, las decisiones sobre la tenencia de los recursos son fundamentales para los bosques y los medios de vida. La tenencia forestal determina quién:

• tiene acceso a los recursos forestales y derechos de uso o extracción de ellos;
• puede adoptar decisiones sobre el uso de los bosques o el cambio de aprovechamiento de las tierras forestales;
• decide quiénes pueden  utilizar los recursos y quiénes no los pueden utilizar, y  
• establece quiénes pueden transferir, vender o arrendar los recursos.

Una modificación en la tenencia forestal lleva a cambios en la distribución de los derechos y las responsabilidades en materia de gestión forestal entre las partes interesadas. Dada la presión creciente a la que se ven sometidos los bosques a consecuencia del impacto de la degradación ambiental y el cambio climático, así como al aumento de la demanda de tierras y productos forestales, la gobernanza de la tenencia será aún más decisiva para la gestión forestal sostenible.

Es más probable que un sistema de tenencia de tierras forestales claro, justo y adecuado a las condiciones locales se traduzca en una gestión forestal sostenible, y produzca una reducción concomitante de la deforestación y la degradación de los bosques, ya que la tenencia segura ofrece incentivos para que las personas inviertan tiempo y recursos en la gestión forestal. Probablemente, las personas cuidarán más los recursos forestales si se benefician de ellos.

Por lo tanto, es de vital importancia que los gestores:

• entiendan los acuerdos locales de tenencia de la tierra y otros recursos y los efectos (positivos o negativos) que éstos pueden tener en las partes interesadas, especialmente los pobres;
• comprendan el modo en que la tenencia influye en la gestión forestal sostenible, y
• participen en procesos de reforma de la tenencia forestal, por ejemplo, proporcionando datos precisos, facilitando el diálogo entre múltiples partes interesadas y proporcionando un espacio en el que la población local pueda exponer sus opiniones y problemas.