Conjunto de Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible (GFS)

Política forestal

Este módulo presenta los elementos básicos de las políticas forestales públicas. Explora el modo en que los responsables de la gestión forestal pueden contribuir a la elaboración de políticas forestales basadas en el consenso que equilibren los intereses, las prioridades y las necesidades relacionadas con la conservación y el aprovechamiento de los bosques y los beneficios derivados de ellos. Asimismo, aborda cuestiones como: “¿Qué es una política forestal?”; “¿Por qué los países deberían adoptar una política forestal?”, y “¿En qué consiste una buena política forestal?”. El módulo examina también varias modalidades de políticas forestales y establece las fases que comporta elaborar dichas políticas. 

¿Qué es una política forestal?

Una política forestal —denominada a veces estrategia forestal— es una visión a largo plazo para el sector forestal que comprende un conjunto de aspiraciones, metas y objetivos y un esbozo de la línea de acción para conseguirlo. La FAO define el término “política forestal” del siguiente modo:

“un acuerdo negociado entre el gobierno y las partes interesadas (es decir, todos los sujetos que dependen u obtienen beneficios de los bosques, o aquellos que deciden, controlan o reglamentan el acceso a esos recursos) acerca de las orientaciones y principios de acción por ellos adoptados, en armonía con las políticas socioeconómicas y ambientales nacionales, para guiar y determinar las decisiones sobre el uso sostenible y la conservación de los recursos de bosques y árboles en beneficio de la sociedad.”

La participación en la elaboración de la política forestal puede ayudar a los responsables de la gestión forestal, los propietarios y las personas afectadas por los bosques a expresar sus expectativas con respecto a ellos, y contribuir a que se cumplan. Las cuestiones básicas que se pueden tratar en las políticas forestales son el alcance de los recursos forestales (comprendidos los bienes y servicios), la diversidad biológica forestal, la salud y vitalidad de los bosques, las funciones productivas de los recursos forestales y los marcos jurídicos, normativos e institucionales. Una política forestal exhaustiva abarca asuntos como la tenencia y la utilización de la tierra, el cambio climático, el empleo, la forestería comunitaria, la financiación y la inversión, los pagos por bienes y servicios ambientales, el consumo de madera, los mercados internacionales y la industria forestal.

¿Por qué los países deberían adoptar una política forestal?

¿Por qué los países deberían adoptar una política forestal?

Se reconoce cada vez más que los bosques tienen múltiples valores que han de ser mantenidos y mejorados, y que diversas partes interesadas tienen derechos legítimos sobre los beneficios que se derivan de ellos. Por consiguiente, los responsables de la gestión forestal se enfrentan a un desafío de creciente complejidad, ya que la gestión forestal se está convirtiendo en un proceso más inclusivo e intersectorial que requiere la participación de las distintas partes interesadas y el equilibrio de sus intereses que a menudo están en contraposición. Las diferentes partes interesadas pueden dar prioridad a cuestiones distintas, como los beneficios económicos, sociales, culturales o ambientales que ellas obtienen de los bosques; en algunos casos, las necesidades nacionales de desarrollo pueden dejar en segundo plano las necesidades inmediatas de la población local. Cada vez más, los responsables de la elaboración de políticas forestales han de tener en cuenta los efectos de los bosques y la gestión forestal sobre otros sectores y su dependencia de ellos, y viceversa. Una política forestal puede brindar un marco para propiciar una gestión forestal sostenible que equilibre los objetivos económicos, sociales y ambientales de las partes interesadas y de la sociedad. En concreto, una política forestal:

  • establece una visión a largo plazo que asegura la protección, el mantenimiento y la mejora de los valores de los bosques para las generaciones presentes y futuras;
  • ofrece una estrategia para abordar los problemas emergentes como el cambio climático y para responder a nuevas oportunidades como el “reverdecimiento” de la economía;
  • ayuda a reconciliar las demandas de los diferentes usuarios y definir los papeles y las funciones de todos los agentes del sector forestal y fuera de él, desde los responsables de la gestión forestal hasta la administración pública que se encarga de los bosques; y
  • proporciona un marco a las instituciones, en el que se incluyen las leyes y reglamentos. Las políticas forestales indican la dirección, y la legislación se considera normalmente un instrumento para aplicar dicha política, estipular los derechos y responsabilidades y formalizar las disposiciones de gobernabilidad.

La FAO estima que el número de países que está elaborando disposiciones formales de políticas forestales se incrementó en un 15 por ciento en el período 2007–2015, lo que demuestra una tendencia mundial a elaborar políticas forestales.

¿Por qué los responsables de la gestión forestal han de participar en la elaboración de políticas?

¿Por qué los responsables de la gestión forestal han de participar en la elaboración de políticas?

Las políticas influyen en las decisiones acerca de la gestión. Aunque los gobiernos deberían desempeñar una función destacada en la elaboración de las políticas forestales, el proceso debe involucrar a todos los agentes interesados y aprovechar sus conocimientos, experiencia y percepciones. Hoy más que nunca, las partes interesadas quieren políticas forestales que abarquen problemas socioeconómicos amplios, como la tenencia, el acceso a los recursos forestales, la distribución equitativa de los beneficios y los derechos locales frente a los sancionados por el Estado; si no se tratan, tales problemas pueden provocar conflictos prolongados. Además, los responsables de la gestión forestal deben rendir cada vez más cuentas ante la sociedad por el modo en que llevan a cabo su labor y utilizan los activos forestales. Por lo tanto, el proceso de elaboración de una política forestal  requiere consultas periódicas entre las partes interesadas con el objetivo de equilibrar los distintos intereses, definir las cuestiones principales y asegurar que los beneficios que se obtienen de los bosques, así como los costos, se distribuyan de manera equitativa. Es imprescindible que los responsables de la gestión forestal —que pueden ser ingenieros forestales profesionales o administradores tradicionales— participen en la elaboración de las políticas forestales por los siguientes motivos:

  • Los responsables de la gestión forestal cada vez tienen que rendir más cuentas ante la sociedad por el modo en que llevan a cabo su labor y utilizan los activos forestales. 
  • Los responsables de la gestión forestal tienen conocimientos sobre los usuarios de los bosques y su aprovechamiento que puede que no tengan otras partes interesadas. Pueden cumplir una función importante en la elaboración de políticas compartiendo sus experiencias diarias en la ordenación de los bosques y garantizando que las prioridades y los objetivos sean técnicamente viables.
  • Una política forestal define objetivos a largo plazo que constituyen el marco para las decisiones acerca de la gestión. Por ejemplo, el objetivo a largo plazo de incrementar la cubierta forestal exigirá que se definan actividades en los planes de gestión para un número específico de hectáreas, la determinación de las especies adecuadas, etc., y un presupuesto correspondiente. La participación de los responsables de la gestión en la elaboración de políticas asegurará que los objetivos sean realistas y que se puedan cumplir.
  • La participación de los responsables de la gestión forestal en la elaboración de políticas, junto con otras partes interesadas como la población local, las autoridades locales, los intereses privados y otros sectores, pueden ayudar a crear asociaciones a fin de aplicar la política que se ha elaborado en última instancia, y evitar o gestionar los conflictos en torno a la utilización de la tierra.
  • La participación de los responsables de la gestión forestal en la elaboración de políticas aumenta su responsabilidad con respecto a su aplicación y, en los casos en que los responsables de la gestión sean funcionarios públicos, fomenta la rendición de cuentas del gobierno.