Conjunto de Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible (GFS)

Planificación de la gestión forestal

Bienvenido al módulo de planificación de la gestión forestal. Este módulo se destina a los propietarios y los gestores forestales que deseen planificar actividades de gestión forestal sostenible, incluyendo un posterior seguimiento y control.

El módulo proporciona información y enlaces a herramientas y estudios de casos para orientar a los usuarios en la planificación de la gestión forestal sostenible en la unidad de manejo.

Planificación de la gestión forestal contribuye a los ODS:

La gestión forestal es el proceso de planificación y de ejecución de prácticas para la administración,  el manejo y el uso de los bosques y otras tierras boscosas con miras al cumplimiento de objetivos ambientales, económicos, sociales y culturales específicos. La planificación de la gestión forestal es un componente fundamental de la gestión forestal sostenible, y puede ser necesario llevarla a cabo en varias escalas, desde la local a la nacional; el presente módulo se centra en la escala local (es decir, la unidad forestal de gestión).

La función de la planificación de la gestión forestal consiste en determinar y expresar los objetivos de la gestión forestal en un espacio determinado y establecer los pasos que hay que adoptar para alcanzar esos objetivos.

La planificación de la gestión forestal es importante por numerosos motivos. Por ejemplo, puede:

  • ayudar a los propietarios y a los gestores forestales a determinar cuáles son sus objetivos con respecto a los bosques y ofrecer una serie de opciones eficaces para alcanzarlos;
  • servir de medio para que las partes interesadas puedan participar en la gestión forestal y garantizar la definición precisa de sus funciones y responsabilidades;
  • asegurar la existencia y la funcionalidad del recurso, incrementando además su valor (por ejemplo, especificando el lugar, la modalidad y bajo qué condiciones y limitaciones se puede utilizar);
  • ahorrar tiempo y reducir costos (en la construcción de caminos y la extracción de madera);
  • disminuir los riesgos y sus efectos y evitar errores de gestión forestal potencialmente costosos (como aprovechar los árboles equivocados o en el momento equivocado, no implementar la gestión contra incendios o no actuar ante una plaga de insectos);
  • facilitar la continuidad de las operaciones de gestión a lo largo del tiempo mediante la formalización de acuerdos administrativos y el establecimiento de las bases para realizar un seguimiento de las actividades forestales;
  • proyectar el volumen y las ganancias de aprovechamientos  futuros, y
  • contribuir a la recogida eficaz de información y la organización de registros de las actividades.

Con frecuencia, el proceso de planificación de la gestión forestal está compuesto por las siguientes fases:

  • evaluación preliminar (de los aspectos jurídicos, biofísicos, socioeconómicos y comerciales);
  • evaluación de los recursos forestales (por ejemplo, un inventario forestal);
  • participación y consulta;
  • establecimiento de los objetivos de gestión;
  • zonificación o estratificación de la superficie forestal;
  • cálculo de los rendimientos sostenibles (productos madereros y no madereros);
  • elaboración del contenido del plan de gestión forestal de conformidad con el modelo (o modelos) facilitados por el organismo gubernamental, si hubiera;
  • aprobación del plan de gestión forestal por la autoridad forestal (antes de su ejecución), y
  • revisión periódica del plan basado en el seguimiento y la evaluación sobre el terreno. 

Existen numerosos sistemas de apoyo a las decisiones que contribuyen a este proceso (véase la sección Herramientas).

Una parte importante del proceso consiste en obtener los datos necesarios para la planificación de la gestión forestal. Es preciso disponer de información sobre el terreno (por ejemplo, en mapas que muestren las curvas  de nivel y los cursos de agua) y sobre las existencias en formación, como especies, número de árboles, área basal y volumen por hectárea. Asimismo, se necesitan datos sobre varios parámetros económicos, sociales y ambientales, como los derechos de tenencia, la existencia y el estado de la infraestructura, la disponibilidad de recursos humanos, la actitud de las comunidades, los lugares de alto valor de conservación y la presencia de especies raras o en peligro de extinción.

El resultado del proceso de planificación es un documento –denominado normalmente plan de gestión forestal– con toda la información necesaria en forma de texto, mapas, cuadros y gráficos. Este plan orienta la puesta en práctica de la gestión forestal sostenible –qué es lo que hay que hacer, dónde, cuándo, quién y por qué– con arreglo a los objetivos especificados. En muchas jurisdicciones, una organización gubernamental designada debe autorizar tales planes antes de que puedan comenzar las actividades forestales.