Un inventario forestal consiste en la recolección sistemática de datos sobre los recursos forestales de una zona determinada. Permite la evaluación del estado actual y sienta las bases del análisis y la planificación, que constituyen el punto de partida de una gestión forestal sostenible. Su importancia radica en que sólo es posible adoptar decisiones que se funden en información fiable y sólida, por lo que es necesario un proceso cíclico de recolección de datos, adopción de decisiones y evaluación de los resultados obtenidos.
En general, todas las operaciones relacionadas con un inventario deben seguir al menos los siguientes pasos:
Definición de los objetivos del inventario y la información deseada.
Desarrollo del diseño y los métodos de muestreo.
Recopilación de datos (encuestas sobre el terreno, análisis de datos obtenidos por telepercepción y otras fuentes).
Análisis de datos y publicación de los resultados.
Debido al costo y a las limitaciones de tiempo, los inventarios se suelen llevar a cabo utilizando técnicas de muestreo. El principio general del muestreo consiste en seleccionar un subconjunto de una población y obtener conclusiones de la muestra para toda la población. La selección del diseño de muestreo más apropiado se realiza en base a varias consideraciones (en la sección Herramientas del presente módulo se puede consultar más información al respecto). Las dos consideraciones básicas son definir si el objetivo es establecer un sistema monitoreo (mediciones repetidas a lo largo del tiempo) y si se dispone o no de información auxiliar (es decir: fotografías aéreas o imágenes de satélite).
Los principales factores que determinan la metodología general son la finalidad y el alcance/escala del inventario.
Se han de definir claramente la finalidad (objetivo o meta) y el público objetivo/usuarios del inventario forestal, y se debe resaltar el interés principal de la recolección de datos en base a las necesidades de información de los usuarios. Mientras que en el pasado la finalidad de los inventarios forestales era principalmente evaluar la disponibilidad de madera, en los últimos años el bosque se considera un ecosistema complejo con varios elementos (incluidos los seres humanos) que interactúan entre sí. En la actualidad, un inventario forestal se concibe como un inventario forestal con múltiples objetivos y a su realización contribuyen expertos en diferentes campos, como por ejemplo: muestreo, mapeo, tecnologías de la información, ciencias sociales, teledetección, medición y elaboración de modelos, a fin de evaluar las múltiples funciones que cumplen los bosques y los árboles.
Por lo que se refiere al alcance/escala, se puede incluir un amplio abanico de necesidades y, por consiguiente, de enfoques. Los inventarios forestales mundiales están dirigidos a determinar el alcance y el estado de los recursos forestales a nivel global (por ejemplo, la Evaluación de los Recursos Forestales que la FAO lleva a cabo desde 1946 que sirve también como mecanismo para armonizar terminología y definiciones).
Los inventarios de zonas más pequeñas se suelen realizar con objetivos más específicos, relacionados a menudo con la planificación y las operaciones forestales. Entre ellos figuran los inventarios regionales (partes de la superficie de un país), los inventarios de reconocimiento (un análisis aproximado de los recursos forestales de una zona limitada), un muestreo diagnóstico para orientar la gestión forestal y operaciones silvícolas, los estudios de explotación (que se centran en evaluar la disponibilidad de madera que se puede recolectar y planificar las operaciones de corta y aprovechamiento), los inventarios posteriores al aprovechamiento (con objeto de analizar la regeneración y los daños causados por las operaciones de aprovechamiento forestal) y el seguimiento de la sanidad forestal (a menudo vinculado con operaciones de corta de recuperación).