Las ciudades latinoamericanas albergan 3/4¾ de la población del subcontinente y se han desarrollado sin tener en cuenta la riqueza de su biodiversidad, favorecida en gran medida por su clima tropical. Sin embargo, la forma en que pensamos y desarrollamos estas ciudades está cambiando, al considerar la naturaleza como un activo importante para hacerlas más inclusivas y resilientes frente a los riesgos climáticos.

Basándose en proyectos recientes en América Latina, el Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM) propone 6 recomendaciones para promover soluciones basadas en la naturaleza en las ciudades

1. Mantener la memoria colectiva de las catástrofes para que las comunidades puedan actuar, prevenir y prepararse ante los riesgos
2. Implicar a expertos en ecología y medio ambiente en el diseño urbano
3. Incluir evaluaciones e indicadores ambientales como herramientas esenciales de planificación para ciudades más verdes
4. El derecho a la naturaleza: ofrecer igualdad de acceso a los espacios verdes, sin comprometer la protección de la biodiversidad
5. El diseño de espacios naturales como herramienta para integrar la naturaleza en la ciudad
6. Combinar democracia y ecología mediante la movilización de múltiples agentes urbanos a diferentes niveles territoriales