FAO en Uruguay

Uruguay elabora su Plan de Adaptación al Cambio Climático para el agro

Foto: FAO
27/02/2018

Están trazadas las grandes líneas del Plan nacional de adaptación a la variabilidad del cambio climático

La 35ª Conferencia Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura se celebra la semana que viene con la adaptación al cambio climático entre sus temas centrales y Uruguay viene realizando avances exitosos que puede compartir en ese ámbito.

Como resultado de ese proceso, liderado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca en diálogo con los interesados, se vislumbra la estructura de lo que será el Plan Nacional de Adaptación para el sector agropecuario en Uruguay (PNA-Agro).

La consultora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que coordina el proyecto, Cecilia Jones, presentó en el Anuario 2017 de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA, página 401) los resultados de los diálogos que organizó durante 2017 con actores e instituciones de distintos sectores en todo el país, así como con mujeres y productores familiares, dos ejes que son prioritarios y transversales en el plan.

De lo recogido durante  esos nueve talleres, denominados Diálogos de Adaptación, surgió el boceto de lo que será el esquema del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en el sector Agropecuario, con horizonte temporal fijado en el año 2050.

El objetivo del documento será orientar las políticas públicas que permitan que el sector agropecuario se pueda adaptar de la mejor manera a la variabilidad y cambio climático, al que es vulnerable. La estrategia busca pasar a un sendero de desarrollo resiliente y adaptado a la variabilidad y cambio climático para todos los sectores agroepecuarios.

“El MGAP integra el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático, entonces el plan, fruto de este proceso de consulta, busca estar en armonía con las políticas nacionales sobre cambio climático. Muchas de las áreas en las que se enfoca el PNA-Agro, son similares a las que se priorizan a nivel nacional”, explicó Jones, que trabaja en la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP).

Además, el equipo del PNA-Agro está trabajado para priorizar las alternativas de adaptación analizando los costos y beneficios económicos, ambientales y sociales de las propuestas.

Por otra parte se desarrolla un sistema de reporte y monitoreo del PNA-Agro a través de indicadores para todas las dimensiones de la vulnerabilidad al cambio climático y también se va a definir un sistema de gobernanza, para monitorear avances, informar y poder ajustar rumbos cuando sea necesario.

Apuntes para avanzar

Jones comentó, en diálogo con la FAO, distintos temas para atender que surgieron de su consultoría y de los diálogos que coordinó con los productores y personas interesadas.

“Hay un acuerdo entre los actores consulados sobre la necesidad de reducir la vulnerabilidad de los sistemas de producción animal y vegetal a la variabilidad y cambio climático”, asegura.

De por sí, el país tiene la particularidad de estar en una zona intermedia climáticamente, “Uruguay es muy frío para ser un país tropical y muy caluroso para ser un país frío. Eso implica un desafío muy grande para el sector agropecuario, porque hay heladas y también días de 40 grados. Es mucha la variabilidad climática”, destaca la consultora.

Con el cambio climático se prevé que haya más lluvias en otoño y en primavera, y eso es otro desafío para la agricultura. “Ahí hay una vulnerabilidad que es muy difícil de resolver, porque si la tierra está mojada, está mojada. Toda la agricultura, por ser a cielo abierto es vulnerable al clima. Entonces lo que se hace es gestión de riesgos: se siembra más temprano o más tarde, en algunos casos existen opciones de seguros climáticos, por ejemplo”, ilustra.

Por otro lado, la ingeniera agrónoma destacó la importancia de las innovaciones y actualizaciones tecnológicas para enfrentar el cambio climático: “En muchos sectores hay programas de mejoramiento genético en curso que pueden atender la mayor incidencia de ciertas enfermedades por el cambio de temperaturas, a ciclos más largos o más cortos.”

En el caso de la pesca, como en la mayoría de los sectores apareció muy fuerte la necesidad de fortalecer la capacidad de previsiones meteorológicas. Los pescadores artesanales consultados anhelan pronósticos confiables y mejores sistemas para  alertas, por ejemplo.

La consultora concluyó explicando que con el Plan de Adaptación, se busca señalar los puntos a atender y sugerir herramientas que puedan servir a diseñar políticas públicas en respuesta.

Jones asegura que “a final de 2018 vamos a tener un documento que, en base a las principales vulnerabilidades de Uruguay, identifique las medidas más importantes que hay que implementar para fortalecer la adaptación de los sistemas agropecuarios”.

El trabajo que se realiza en Uruguay es parte de un proyecto global, el Programa Global de Integración de la Agricultura en los Planes Nacionales de Adaptación, que se está llevando a cabo en 11 países, donde cada cual avanza hacia su propio plan de adaptación. Colombia y Guatemala son los otros dos países de la región que lo integran, además de ocho países de Asia y África.

Ese proyecto internacional, está dirigido por la FAO y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con el apoyo de la Iniciativa Internacional para el Clima (IKI) del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear de Alemania.

Principales ejes previstos hasta ahora para el plan:

-          Reducir la vulnerabilidad de los sistemas de producción animal y vegetal al cambio y la variabilidad climática. Implica innovación, investigación, capacitación e información.

-          Mejorar los servicios e instrumentos para la gestión del riesgo climático. En este marco aparece la necesidad de mejorar los sistemas de alerta y previsiones climáticos, un planteo muy presente en las consultas realizadas a los involucrados.

-          Conservar los agroecosistemas y lo servicios que estos proveen para mejorar la adaptación de los sistemas productivos. Supone acordar buenas prácticas, fortalecer las capacidades de evaluación de las instituciones, la normativa e implementar medidas para aumentar la captura de carbono en suelos y reducir las emisiones.

-          Fortalecer los medios de vida que inciden en la capacidad de adaptación al cambio y la variabilidad climática de las poblaciones rurales, haciendo énfasis en las más vulnerables. Esto significa fomentar y apoyar las organizaciones y redes de productores, desarrollar campaña de formación para gestión del riesgo climático, así como hacer campañas de sensibilización sobre este tema.

-          Atender los efectos financieros de la variabilidad climática a través de financiamiento público y privado, mediante créditos y otros apoyos además de normativas que permitan diversificar ingresos y mejorar condiciones de trabajo.

-          Adaptar la infraestructura productiva y de servicios, pasando por el fomento a la inversión en infraestructura adaptada, diseñarla y construirla en base estándares, que tengan en cuenta los escenarios climáticos.

 

Más información:

Entrevista a Cecilia Jones en Radio Uruguay: http://radiouruguay.uy/la-agricultura-ante-el-cambio-climatico-mgap-trabaja-en-talleres-sobre-estrategias-adaptacion/

Talleres que se realizan en el marco del proyecto: http://www.mgap.gub.uy/unidad-ejecutora/oficina-de-programacion-y-politicas-agropecuarias/sostenibilidad-y-cambio-climatico/talleres-adaptacion-cambio-climatico-escuelas-agrarias

Publicación: Abordaje de la agricultura, la silvicultura y la pesca en Planes nacionales de adaptación: directrices complementarias

Página del proyecto Global: http://www.fao.org/in-action/naps/resources/detail/en/c/1072412/


Política Nacional de Cambio Climático