FAO en Uruguay

Del estado de los pastizales a la calidad de la carne

Foto: @FAO/Marina González
16/12/2019

El papel que juegan los productores ganaderos en el cuidado de sus predios y del ambiente es una de las principales lecciones del proyecto global de análisis participativo de la degradación y manejo sostenible de la tierra en pastizales y sistemas de pastoreo. 

La visita de Vivian Onyango, Oficial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura especializada en actividades agropecuarias y responsable técnica del proyecto que se desarrolla en Uruguay, Kenia, Níger, Burkina Faso y Kirguistán, reunió en San Carlos, Maldonado, a los diversos actores que participan de esta iniciativa en el país para realizar los últimos relevamientos de campo en la zona Este. 

Quiénes integran este proyecto son productores -a través de una carta de acuerdo con Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), pero también de la Asociación Uruguaya de Ganaderos del Pastizal-, académicos -investigadores de la Facultad de Agronomía-, representantes del Gobierno -la Unidad de Campo Natural del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca y la Dirección Nacional de Medio Ambiente del Ministerio de Vivienda Ordenamiento territorial y Medio Ambiente- e integrantes del equipo nacional e internacional de la FAO, que supervisa el trabajo desde un punto de vista técnico, con apoyo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés). 

En esta iniciativa piloto, Uruguay es el único representante de las Américas y, en particular, del Bioma Pampa que abarca parte de Brasil, Argentina y Paraguay. El proyecto se enfoca, a nivel nacional, en dos zonas de pastizales: la de basalto, en el norte, y las sierras del Este. 

Onyango señala que "lo que se espera obtener es una metodología que realmente sea adecuada para poder identificar los grandes desafíos por los que está pasando el pastizal uruguayo y lograr escalar esos resultados a otros países de la región y de América Latina que tengan características similares”.

En un taller con productores, fueron presentados los avances de los relevamientos que se vienen realizando regularmente desde hace dos años, así como los del proyecto en Uruguay y en los demás países. Esa fue una oportunidad para técnicos y académicos de dialogar con quienes trabajan en los pastizales día a día y compartir impresiones y preocupaciones.

Trabajo de equipo

Marcos Martínez, de la Dirección Nacional de Recursos Naturales y representante del MGAP en el proyecto, dijo que esta inicitiva de la FAO supone acordar “una metodología respecto a cómo abordar la degradación sobre el campo natural". 

El experto del MGAP dijo que, a raíz de este trabajo, van a surgir "herramientas para todos los financiadores de proyectos en el Uruguay. Por ejemplo, el Banco Interamericano para el Desarrollo y el Banco Mundial pueden tomar definiciones en base a lo que se establezca en este proyecto. Una de ellas es decir si un campo está degradado y qué significa estar degradado y cuáles son los indicadores de degradación".

"Si nosotros no participábamos en esto, como nuestro campo natural es particularmente único, nos hubiéramos quedado con indicadores que tal vez no funcionaran a nivel nacional y hubiéramos tenido un gran problema”, agregó el experto del MGAP.

Además, consideró: “es muy importante para cualquier política pública que esos indicadores los formulemos nosotros, ya sea para incentivos o apoyo”.

Para el representante del MGAP, otro punto central es que esta tarea se realice en equipo y que, gracias al método participativo de trabajo del proyecto, “ya no es un ilustrado que define lo que es manejo sostenible o lo que es degradación, se trata de consensuar lo que son esas definiciones y acordar qué indicadores tomamos”.

Martínez coincidió con Santiado Medina, de la Dirección Nacional del Medio Ambiente (DINAMA), representante del Mvotma en el proyecto: ambos destacaron que entre los logros está la fructífera colaboración entre sus dos cartera. 

“Para nosotros co-ejecutar este proyecto es una gran oportunidad”, dijo Medina, quién aseguró que "no hay producción sin conservación y tampoco hay conservación sin producción”.

“Cuando hablamos de la producción sobre pastizales, los ganaderos en el Uruguay son fundamentales en la gestión ambiental, teniendo en cuenta el porcentaje del territorio nacional que gestionan: en Uruguay, si sumamos el área estrictamente de los ganaderos con la de los agrícolas ganaderos, es más del 85% del territorio. Entonces, cualquiera que esté pensando en gestión ambiental, está pensando en el vínculo con los ganaderos y con la producción agropecuaria. Si no está pensando así, está pensando mal o se olvidó del 85% del país”, reflexionó el experto de a DINAMA.

El encuentro culminó con un trabajo en grupos bajo la modalidad "café mundial", para poner en común las miradas de los participantes.

Al día siguiente, el equipo visitó varios predios del Este, analizando el estado de los suelos y de los pastizales, en una jornada maratónica y soleada, durante la cual se realizaron los últimos relevamientos del proyecto en Uruguay.

"Lo que hemos visto en el marco del proyecto en Uruguay es la importancia de incorporar el conocimiento local, yendo por ejemplo al terreno a corroborar la realidad, comparándola con los mapas satelitales establecidos gracias a los datos relevados por drones", dijo Onyango durante esa visita, la segunda que realizó al país en el marco de esta iniciativa.

Una de las conclusiones interesantes que surgieron es que los mapas satelitales pueden mostrar un área "muy verde y bella", pero cuando el equipo va a corroborar en el terreno, se encuentra con que "el suelo no está en tan buenas condiciones y está invadido por ejemplo por especies que no son nativas de la zona", explicó. 

Los productores, eslabón clave en la gestión de pastizales

“Para tener una producción sostenible en la ganadería hay que asociarla a lo que es el manejo del ambiente. Así lo están marcando los mercados, el flujo comercial y las exigencias. Es un línea que vino para quedarse”, consideró por su parte, Luis Frachia, el Gerente de CAF.

“Como federación hemos abogado desde siempre para que la institucionalidad pública agropecuaria trabaje con las organizaciones de productores y no solo en la ejecución en una actividad de campo sino también en la gestación de este tipo de proyectos", dijo Fraquia, quién deseó que "este tipo de articulación se pueda replicar y continuar”.

A su regreso a Montevideo, Onyango junto a Jimena Perez Rocha, la consultora nacional de la FAO para el proyecto y Vicente Plata, Oficial a Cargo de la Representación de la FAO en Uruguay, visitaron la sede de la CAF. 

"La FAO cree firmemente en las cooperativas de productores como actores del desarrollo y considera que son socios clave para la cooperación en el país, por la calidad de sus aportes técnicos, su conocimiento de los desafíos y del territorio", explicó Plata en esa oportunidad.

"El proyecto encontró evidencia del cambio en el uso de la tierra de Uruguay. Para que se conozca y que los productores sean conscientes de su rol como custodios de la biodiversidad y de los recursos naturales, trabajar con socios como CAF, es esencial", ratificó la oficial técnica de FAO para la iniciativa a nivel global. 

Onyango agregó que ese trabajo conjunto con representantes de productores es esencial para la sustentabilidad de proyectos como este, porque permiten que se conserve el conocimiento, los resultados alcanzados y se difundan entre quienes usan la tierra. 

Frachia dijo por su parte que a la hora de atender lo ambiental, es muy importante tener en cuenta el aspecto comercial y toda la cadena de valor, desde la producción hasta la venta, como garantía para los productores y para la calidad de la producción ganadera del país. 

El gerente de CAF también destacó el rol de las cooperativas de productores en Uruguay a la hora de reducir los costos de intermediación en las venta sde carne y el rol que pueden jugar para certificar procesos de producción con valor agregado ambiental incluso para exportar.

En ese sentido, Onyango consideró que "lo primero es comunicar mejor la importancia de los pastizales naturales para la cadena cárnica" así como "la importancia del ganado criado a campo y en eso podemos trabajar con colegas de la FAO que esté especializados en cadenas de valor. 

"Hemos visto, durante las visitas, unas 50 especies por metro cuadrado en el campo uruguayo y es importante visibilizar cómo esa riqueza de biodiversidad hace a la calidad de la carne que se produce. Necesitamos vincular la calidad del campo natural de Uruguay con la calidad de las carnes que producen", insistió la Oficial técnica especializada en actividades agropecuarias.

"Es esencial que los productores monitoreen la calidad, la salud y la productividad de sus pasturas con apoyo de organizaciones como la CAF y que no solo lo hagan agrónomos", continuó.

Al concluir el encuentro, la consultora nacional del proyecto, Jimena Perez Rocha destacó el interés, el compromiso y la buena disposición de los integrantes de CAF como socios del proyecto y la importancia que eso tiene para alcanzar los resultados y avances que ya se han logrado.

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