La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en colaboración con el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología (MPPCYT), promovieron la obtención e introducción en Venezuela de germoplasma de maíz proveniente del Centro Internacional de Mejoramiento Genético de Maíz y Trigo (CIMMYT), como parte de las acciones del proyecto “Apoyo a la rehabilitación del sistema nacional de semilla de maíz para la seguridad alimentaria y nutricional (SAN) en el contexto COVID-19”.

La introducción en Venezuela de materiales genéticos de maíz desarrollados por el CIMMYT, inició en el año 1970 y se realizaba de manera regular como parte de la cooperación técnica entre los programas nacionales de mejoramiento genético y este entro internacional. Esta estrategia permitió un flujo regular de nuevas fuentes de variabilidad genética; no obstante, este intercambio cesó en el año 2016.

En la actualidad, el ingreso de estos materiales tiene como objetivo a corto plazo, identificar variedades e híbridos de maíz con alto potencial productivo para el país. El objetivo a largo plazo es ampliar la disponibilidad de nuevos cultivares, que permita el incremento de la oferta tecnológica de maíz para los productores.

Esto se logrará mediante el establecimiento de alianzas entre la FAO y diferentes actores nacionales como la Corporación para el Desarrollo Científico y Tecnológico (CODECYT), Fundación para la investigación agrícola (DANAC), Semillas híbridas de Venezuela (SEHIVECA) y el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). En el marco de estas alianzas se realizarán ensayos para la evaluación agronómica que permitirán conocer el comportamiento de 14 variedades y 38 híbridos experimentales de maíz.

La valoración de este germoplasma se realizará en los estados Aragua, Portuguesa y Yaracuy, en coordinación conjunta entre el INIA, SEHIVECA y Fundación DANAC, instituciones con trayectoria en el área de mejoramiento genético de maíz. Una vez concluida la evaluación, se espera contar con materiales de maíz promisorios que contribuyan al fortalecimiento de los programas de mejoramiento genético de maíz del país.

Se esperan beneficios con la introducción de estos materiales; en primer lugar permitirá reactivar la cooperación técnica entre los programas nacionales de mejoramiento genético de maíz y el CIMMYT, dará apertura al flujo de información desde Venezuela hacia este Centro, así como de materiales genéticos desde el CIMMYT hacia Venezuela.

En un acto realizado en la sede del Mincyt, el representante de la FAO en Venezuela, Alexis Bonte, anunció que se iniciaran ciclos de ensayos para probar la potencialidad de estas semillas en suelos nacionales.

“Las pruebas se harán con varios socios de investigación, tanto del sector público como privado, para determinar las variedades más productivas, más eficientes para los campesinos y mejorar la seguridad alimentaria”, destacó Bonte.

Por su parte, la ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez-Ramírez, precisó que estos germoplasmas servirán para impulsar la Alianza Científico-Campesina, que es un programa estratégico para trabajar en la producción de alimentos, el rescate de semillas soberanas y en la obtención de cultivares nacionales.