La pandemia de coronavirus ha expuesto la fragilidad de los sistemas alimentarios actuales a nivel mundial, y el riesgo de una crisis alimentaria es mayor que nunca. Sin embargo, los fracasos de la producción industrial de alimentos han sido evidentes desde hace mucho tiempo; se manifiestan en el hambre y la malnutrición persistentes en el mundo, así como en la destrucción del medio ambiente que está impulsando las crisis del clima y la biodiversidad. Frente a esto, la agroecología es una alternativa en alza. En el siguiente artículo, el autor traza la evolución de la agroecología y sostiene que ha llegado el momento de redefinir los sistemas alimentarios actuales en torno a los principios de sostenibilidad y justicia.

Mediante la agroecología, las sociedades se benefician de economías locales circulares que aumentan los ingresos de los productores y reducen los efectos ambientales negativos de la agricultura. Al crear ecosistemas naturales sinérgicos, la agroecología desbloquea las interacciones positivas, reduciendo así la necesidad de productos químicos nocivos y costosos. A medida que la necesidad de un sistema alimentario sostenible se hace más crítica, la agroecología está aumentando el programa mundial a través de las instituciones internacionales y en las prácticas agrícolas.

La Cumbre sobre los sistemas alimentarios de 2021 será una ocasión crucial para redefinir los sistemas alimentarios actuales y para solicitar programas agroecológicos innovadores, teniendo en cuenta las prioridades de los agricultores familiares, incluidos campesinos, indígenas, pastores y pescadores. A medida que el mundo responde a las inminentes crisis alimentarias inducidas por la pandemia, es cada vez más evidente que la transición de los sistemas alimentarios relacionados con la agroecología puede superar las fragilidades actuales y crear una sociedad resistente compuesta por ecosistemas sanos e individuos conscientes.