FAO en Colombia

Estrategia para la reducción de pérdidas en la pesca a pequeña escala fue validada por el Panel Interinstitucional de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos Acuáticos (PIPDA)

30/06/2023

A partir de los resultados del piloto de evaluación de pérdidas en la cadena de valor de la pesca a pequeña escala, realizada en el municipio de Tumaco, Nariño, los miembros del PIPDA validaron la evaluación y la estrategia para reducir el fenómeno en el sector. 

De acuerdo con cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP, 2016), en Colombia se pierden y desperdician 9,76 millones de toneladas de alimentos (34%) de las 28,5 toneladas que constituyen la oferta total de los que se consideran aptos para el consumo humano cada año. 

Partiendo de esta mirada, y contemplando que la pesca en pequeña escala es uno de los sectores en los que se pierden alimentos que no solo son medio de vida para los pescadores, sino que además en las zonas costeras se convierten en la principal fuente de proteína para pescadores y sus familias, la FAO y el INVEMAR adelantaron una evaluación piloto en el municipio de Tumaco, Nariño la cual contempló el análisis en los diferentes eslabones de la cadena valor y sus actores, partiendo desde la postcaptura, comercialización, transformación y distribución minorista de especies con mayor porcentaje de pérdidas el municipio: camarón, sierra, pelada y picuda. 

Dicha evaluación permitió establecer que es en los primeros eslabones de la cadena de valor ‘Captura y Postcaptura’ en la que se da el mayor porcentaje de pérdida, debido a la manipulación inadecuada del producto pesquero a bordo de las embarcaciones. 

Factores como la ruptura en la cadena de frío, dado que en la mayoría de los casos los pescadores realizan faenas cortas y no llevan el hielo suficiente para conservar el producto, o la intermitencia de la energía eléctrica y sus altos costos, generan pérdidas de calidad o pérdidas físicas por la no conservación del producto pesquero ya se ve afectada la calidad del mismo. 

Subsanar estas debilidades en la cadena de valor de la pesca a pequeña escala resulta indispensable a fin de garantizar que pescadores y participantes en cada etapa mejoren su productividad e ingresos, por lo que FAO e INVEMAR presentaron recomendaciones al PIPDA para impulsar desde cada una de las instituciones participantes la mejora en:

- Políticas públicas
- Regulación ambiental
- Servicios e infraestructura apropiada
- Habilidades y conocimiento
- Mercados
- Aplicación de tecnología apropiada
- Contexto social
- Equidad de género

Estas líneas de trabajo fueron establecidas en la ‘Estrategia de reducción de pérdidas en la cadena de valor de la pesca a pequeña escala a través de las soluciones multidimensionales’, avalada por el PIPDA en el tercer encuentro de esta instancia, realizado el pasado 5 de junio. 

La academia, entidades de formación e institutos de investigación como el INVEMAR. Las Universidades del Magdalena, del Valle, la Tadeo Lozano y la Nacional, así como el SENA, serán las encargadas de establecer procesos de formación para pescadores en pequeña escala en temas productivos, de captura, conservación y manejo ambiental, y económicos. 

La dotación de embarcaciones e infraestructura serán responsabilidad de instituciones del estado como la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP) y la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), como miembros del sector en cabeza del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; así como las alcaldías y gobernaciones, en alianza con la cooperación internacional.  

Avanzando con los participantes de la cadena de valor, los comerciantes de productos pesqueros y alimentos acuáticos juegan un rol clave en la reducción de las pérdidas, por lo que resulta importante construir relaciones de comercio justo, contemplando aspectos como el apoyo a pescadores y el origen del producto que venden. 

Para ello, la estrategia de reducción de pérdidas contempla además el acompañamiento a comerciantes para encontrar alternativas que permitan reducir los costos en la cadena logística, ruedas de negocio que favorezcan a los pescadores de pequeña escala, acuerdos comerciales y el uso de nuevas tecnologías y plataformas para la comercialización. 

La transformación de los alimentos acuáticos y productos pesqueros es también una de las recomendaciones priorizadas, pues se encuentra que –de acuerdo con la evaluación en Tumaco- en el eslabón de transformación se genera una cantidad importante de subproductos de la pesca como la piel, los huesos, las vísceras entre otros. Estos, al tener un potencial uso, pueden ser una fuente de ingresos adicionales para los pescadores, siempre y cuando se les dé un valor agregado. 

Se espera que a partir de la implementación de la estrategia las pérdidas se reduzcan y con ello aumente el fortalecimiento de la cadena de valor, mejorando de esta manera la estabilidad económica de pescadores y sus familias, factor que ocasiona limitaciones en torno al empleo, la salud y la nutrición. 

De otro lado, a través de la FAO, la estrategia será presentada en la siguiente sesión de la Mesa de Estadísticas Agropecuarias, un espacio de articulación de productores y usuarios de información estadística del sector agropecuario y de desarrollo rural, para trabajar en el fortalecimiento de la información prioritaria para el sector.
 

Consulte aquí el informe de la evaluación: https://bit.ly/EvaluacionPerdidasPescaTumaco 
 

Contacto de prensa:
Ana Milena Reyes Arias
Oficina de Comunicaciones
Representación FAO Colombia