El 4 de septiembre, el Gobierno argentino introdujo un derecho de exportación del 12 por ciento sobre todos los productos, aplicado con efecto inmediato hasta el 31 de diciembre de 2020 (Decreto 793/2018). La medida pretende aumentar los ingresos gubernamentales en medio de una elevada inflación (34,4 por ciento en agosto) y de la depreciación de la moneda. El impuesto de exportación del 12 por ciento está sujeto a un límite de cuatro pesos por dólar EEUU de valor de exportación para productos primarios -incluidos los productos agrícolas-, y tres pesos por dólar EEUU para otros bienes. La cuantía del impuesto a pagar dependerá de los precios de los productos básicos y del tipo de cambio. Las exportaciones de Argentina habían estado exentas de impuestos desde finales de 2015, cuando se eliminaron todos los derechos para apoyar al sector agrícola.