Los precios del maíz blanco cayeron bruscamente en casi un 30 por ciento en octubre, debido mayormente a la mejora de los suministros del mercado con la cosecha de la temporada principal de 2018. Las perspectivas de producción para la temporada agrícola 2018/19 son en general favorables, con la siembra de los cultivos de la segunda temporada -que se recolectarán entre diciembre y enero- actualmente en curso. El pronóstico oficial de producción total en la temporada 2018/19, que incluye las cosechas de la temporada principal y la segunda (pero todavía no la cosecha menor de la tercera temporada) es de aproximadamente 380 000 toneladas, lo que supone ya el 90 por ciento del objetivo de producción total. Si bien los cultivos no se vieron tan afectados negativamente por la sequía como en otros países de la subregión, la inquietud sobre el resultado de la temporada principal contribuyó a reforzar los precios en los últimos meses. La inestabilidad política del país también generó presión alcista, creando incertidumbre sobre el acceso al crédito para los agricultores y alterando los flujos comerciales. Los mayores costes del combustible y las tendencias en el mercado internacional apuntalaron también los precios del maíz, que en octubre estaban aún un 80 por ciento más altos respecto a sus valores de un año antes.