Los precios de los cereales: maíz, sorgo y harina de trigo aumentaron considerablemente en enero en la capital, Juba, debido principalmente a una reciente nueva depreciación de la moneda local en el mercado paralelo Los precios de la mandioca aumentaron también en forma significativa, mientras que los del maní solo se fortalecieron ligeramente. En general, los precios en enero bajaron respecto a hace un año, pero seguían aún en niveles relativamente altos, con los del maíz y el sorgo casi un 50 por ciento por encima de los máximos ya excepcionales del mes correspondiente de hace dos años, y los precios de la mandioca y maní en casi el doble de sus niveles en enero de 2017. Los precios de la harina de trigo eran más de un 30 por ciento más elevados que en enero de hace un año y más del doble de los valores ya altos en el mes correspondiente de hace dos años. El alto nivel de precios es el resultado de la inseguridad generalizada, que dificulta el funcionamiento de los mercados, los flujos comerciales y las actividades agrícolas; altos costes de transporte y una moneda local débil. La escasez de suministros generó igualmente una presión alcista sobre los precios de los alimentos. Según los resultados preliminares de la Misión de Evaluación de los Cultivos y la Seguridad Alimentaria (MECSA) conjunta de la FAO y el PMA de 2018, la producción total de cereales de 2018 se estima en alrededor de 745 000 toneladas, la producción registrada más pequeña desde el inicio del conflicto en 2013. Un ligero aumento en el área sembrada en comparación con 2017 -debido a mejoras localizadas en la seguridad- se vio contrarrestada por fuertes reducciones en los rendimientos tras las lluvias escasas y erráticas.