En la capital, Juba, los precios del maíz y el sorgo aumentaron cerca del 40 % entre febrero y marzo de 2024, alcanzando nuevos máximos históricos. Los precios de la mandioca, el maní y el trigo importado –importantes alimentos básicos en la dieta local–, también subieron con fuerza en marzo, un 32, 41 y 57 %, respectivamente. Los precios subieron tras una fuerte depreciación de la moneda nacional debida a una reducción de las exportaciones de petróleo causada sobre todo por perturbaciones en los envíos de crudo a través del Mar Rojo. Los precios nominales del maíz y el sorgo en marzo fueron más del 90 % y del 70 %, respectivamente, superiores a sus ya elevados valores de un año antes y casi 200 veces superiores a los de julio de 2015, antes del colapso de la moneda. Detrás de los altos precios de los alimentos están la insuficiencia de suministros debida a la baja producción local y la situación macroeconómica siempre difícil debida a las bajas reservas de divisas y a la debilidad de la moneda nacional.