Los precios al por mayor de los frijoles fueron superiores a los de marzo de 2022, impulsados por los elevados costes de los insumos agrícolas, el combustible y la mano de obra. Los precios del frijol rojo bajaron en toda la subregión, ya que el suministro estacional de Nicaragua, el principal exportador de la subregión, aumentó las disponibilidades del mercado. En Nicaragua, los precios bajaron por segundo mes consecutivo y registraron una caída intermensual del 10 %, cuando la cosecha “Apante” está a punto de finalizar. Esta cosecha representa alrededor del 35 % de la producción anual y, según las previsiones oficiales, aumentará un 5 % a nivel interanual. Los precios en marzo de 2023 se mantuvieron un 50 % por encima de los niveles de un año antes, reflejando las voluminosas exportaciones de 2022, más de un 10 % por encima de la media quinquenal. La caída de los precios en Nicaragua por segundo mes consecutivo ejerció una presión a la baja sobre los precios en El Salvador y Honduras, que, no obstante, se mantuvieron más de un 35 % por encima de los niveles de un año antes. En cuanto a los frijoles negros, los precios en Guatemala subieron en marzo por segundo mes consecutivo con un suministro estacional reducido y eran más de un 15 % superiores a nivel interanual. En México, donde se está recolectando la cosecha secundaria de 2023, los precios bajaron en su mayor parte. Se espera que la producción de la temporada secundaria ‑que suele representar alrededor del 25 % de la producción anual‑, disminuya debido a una contracción de las plantaciones, que fueron un 20 % inferiores a nivel interanual. Los precios se mantuvieron por encima de los niveles del año anterior en la mayoría de los mercados, como reflejo de la reducida producción de 2022.

Los precios de venta al por mayor del maíz blanco mostraron tendencias desiguales y se situaron al menos un 20 % por encima de sus niveles de un año antes en toda la subregión, reflejando los elevados costes de producción y transporte. En México, los precios se debilitaron en su mayoría, al abastecerse los mercados con la cosecha principal de 2022, cercana a la media, que se completó en enero de 2023. La excepción notable fue el estado de Puebla, donde los precios se reforzaron moderadamente y se mantenían un 90 % por encima de los del año anterior, ya que las condiciones secas de mediados de 2022 provocaron una caída del 25 % en la producción de la temporada principal. La cosecha secundaria de 2023, que se prevé en niveles próximos a la media, comenzará a recolectarse en abril y se espera que ejerza presión a la baja sobre los precios. En El Salvador, tras aumentar en los dos últimos meses, los precios del maíz blanco bajaron en marzo debido a las mayores importaciones a nivel interanual entre octubre de 2022 y enero de 2023. Por el contrario, los precios subieron por cuarto mes consecutivo en Guatemala y Nicaragua, y por tercer mes sucesivo en Honduras, como reflejo de unos suministros reducidos, en consonancia con las tendencias estacionales.

En Costa Rica, tras el fin de la suspensión temporal de los aranceles a la importación de frijoles a finales de enero, los precios de venta al por menor del frijol subieron en marzo de 2023 y se han mantenido más de un 20 % por encima de sus niveles de un año antes. El alto nivel de los precios refleja las elevadas cotizaciones en Nicaragua y los Estados Unidos de América, los principales exportadores de frijoles al país. Los precios del arroz se debilitaron con la cosecha secundaria en curso y subieron ligeramente a nivel interanual.

En Haití, los precios al por menor de los frijoles negros de producción nacional permanecieron estables en su mayor parte, mientras que los de la harina de maíz presentaban tendencias desiguales en febrero de 2023. Los precios de los cereales básicos se mantuvieron en niveles elevados, al menos un 50 % más altos a nivel interanual, impulsados por la cosecha de 2022, inferior a la media, y por los elevados costes del transporte. La perturbación en el suministro a los mercados regionales, debido a la mayor inseguridad, añadió presión alcista a los precios. Los precios de los productos alimenticios importados también superaron los niveles de un año antes debido a la continua depreciación de la moneda nacional, que en marzo de 2023 había perdido el 47 % de su valor frente al dólar de los EE.UU. en los últimos 12 meses.