Program of Brazil-FAO International Cooperation

Bolivia: Agricultores familiares de Tarabuco y Betanzos cuentan con agua de calidad para la época seca

Para garantizar el abastecimiento se implementó un proyecto piloto que incorporó una tecnología innovadora para la cosecha de agua de lluvia para el consumo familiar durante la época seca: las cisternas familiares.

Actualmente, gran parte de las familias rurales de los municipios de Betanzos y Tarabuco poseen en su propiedad una cisterna para acumular agua de lluvia y almacenarla para los periodos de sequía. Foto: Yara Morales/FAO

19 de junio de 2015, Sucre, Bolivia - Los efectos del cambio climático inciden cada vez más de forma negativa en la vida de las familias de las zonas semiáridas del país. Las lluvias escasas y la época de seca prolongada se convierten en un problema para las familias del área rural, resultando en dificultades para acceder al agua para beber, cocinar y producir alimentos y ponen riesgo la seguridad alimentaria y la salud de los miembros de la familia. 

Con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las familias asentadas en áreas rurales de los municipios de Tarabuco, en Chuquisaca, y Betanzos, en Potosí, Bolivia, fueron construidas 350 cisternas de agua, como parte de un proyecto piloto - 175 en cada municipio – beneficiando a 18 comunidades de estos dos municipios.

Las cisternas familiares son de bajo costo, construcción sencilla y se construyen con materiales accesibles para los productores. De esta manera las familias mejoran su seguridad alimentaria y reducen enfermedades gastrointestinales con el acceso a agua segura.

El proyecto ha sido ejecutado por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua de Bolivia, por medio del Viceministerio de Recursos Hídricos y Riego, en coordinación con las gobernaciones de Chuquisaca y Potosí, los gobiernos municipales de Tarabuco y Betanzos y el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el ámbito del Programa de Cooperación llevado a cabo por la FAO y el Gobierno de Brasil.

Francisca Ferreira, Directora de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Ministerio de Desarrollo Social de Brasil indicó que “en Brasil pudimos construir un millón de cisternas, pero fue un proceso, como se  comenzó aquí. Nosotros como gobierno de Brasil estamos muy felices con el proyecto cisternas en Bolivia, creemos que el proyecto logró llegar a un gran éxito  y se consolidó realmente como una experiencia que demostró que el gobierno boliviano puede ejecutar estos proyectos de cosecha de agua y que además va a realizar más cisternas en lugares áridos de su país”.

En el evento de cierre del proyecto, realizado este miércoles (18), la ministra de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, señaló que “lo que hace el ministerio es ayudar a la población que se encuentra en una situación de vulnerabilidad a convivir con dignidad con la situación de sequía, a través de políticas públicas oportunas y diferenciadas”.

Agua para los momentos de sequía

Actualmente, gran parte de las familias rurales de los municipios de Betanzos y Tarabuco poseen en su propiedad una cisterna para acumular agua de lluvia y almacenarla para los periodos de sequía. Su capacidad de almacenamiento es de 16 mil litros de agua y abastece el consumo de una familia de cinco miembros, durante 6 meses de la época seca. Sin embargo, los técnicos del proyecto señalaron que esta tecnología también puede ser utilizada para el almacenaje de mayor cantidad de agua. Así por ejemplo una cisterna de 52 m³ puede abastecer el consumo de agua para escuelas. Asimismo, también pueden construirse cisternas de mayor capacidad para el riego de cultivos.

“Las cisternas se constituyen en una tecnología hidráulica participativa que facilita la seguridad alimentaria de las familias; a la vez que promueve el intercambio de experiencias, revaloriza el conocimiento local de las familias y comunidades permitiendo llevar agua de buena calidad a las regiones más áridas del país haciendo que estas regiones sean viables social y económicamente”, señaló Crispím Moreira, Representante de la FAO en Bolivia.

Por su parte, Pablo Paco, de la Comunidad de Muyurina, indicó que “en el proceso de construcción las familias y la comunidad participan activamente pues están conscientes que tener agua es tener vida”. El gobernador de Potosí, Juan Carlos Cejas, informó que “con las cisternas se mejoran las condiciones de vida de los agricultores familiares de esta región debido a que muchas familias deben recorrer kilómetros y kilómetros para acceder a agua y muchas veces sólo acceden a agua de mala calidad. Esto ocasiona diversos problemas en relación a la salud, en especial en lo que respecta a la salud infantil”

Las cisternas son un depósito de captación de agua construidas con placas prefabricadas de cemento y están cubiertas para evitar la contaminación y la evaporación del agua almacenada. A fin de mantener la temperatura del agua y garantizar la seguridad de la estructura, las cisternas se instalan de manera que queden semienterradas. El agua se captura a través de los techos de las viviendas para luego ser conducidas a través de ductos de PVC, que dirigen el agua al tanque de almacenamiento.

Programa nacional

La escasez del agua para consumo humano es un problema que afecta a muchas zonas del país, por lo que el gobierno del Estado Plurinacional viene diseñando un programa a escala nacional que sea una alternativa eficaz que permita que las comunidades con dificultades de conseguir agua accedan a ella.

Mediante este programa se construirán 30.000 cisternas, hasta 2020. En una primera fase, se tiene previsto el aprovisionamiento de 1.000 cisternas en el departamento de Potosí, las mismas que serán construidas por la Entidad Ejecutora de Medio Ambiente y Agua (EMAGUA), hasta principios del año entrante.