Este folleto destaca el papel primordial que desempeña la protección social a la hora de abordar las numerosas barreras a las que las familias más pobres del entorno rural deben hacer frente para conseguir medios de vida resilientes y sostenibles. A pesar de los logros conseguidos en las últimas décadas, 736 millones de personas siguen viviendo en condiciones de extrema pobreza. La mayoría viven en zonas rurales, poseen pocos o ningún activo y dependen de la agricultura y del uso de recursos naturales para su subsistencia. Un gran número de programas han demostrado que la protección social, además de influir de manera significativa en la pobreza, está al alcance de los países de bajos ingresos si se comprometen a ello. La FAO ha centrado buena parte de sus esfuerzos en la protección social para reducir la pobreza rural, responder al cambio climático, fomentar los medios de vida resistentes y lograr el reto del Hambre Cero.

La protección social abarca toda la estructura de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, desde la erradicación de la pobreza y la reducción de la desigualdad salarial hasta el fomento de la igualdad de género, una mayor inclusión social y la mejora del acceso a sanidad, educación y agua. La FAO está firmemente comprometida a apoyar a los distintos países en su trabajo por expandir y aumentar la protección social con el fin de construir un future donde nadie se quede atrás.