En el informe SOLAW 2021 se establece el estado de los recursos de tierras, suelos y aguas, así como los factores, los riesgos y las oportunidades en relación con la planificación y la inversión. Los riesgos para la producción agrícola se derivan de la variación natural del clima y los cambios y presiones antropógenos. Entre ellos se cuenta la influencia de los procesos socioeconómicos, las decisiones de políticas y las estructuras institucionales y financieras. Algunos factores han dado lugar a entornos más propicios, mientras que otros han creado presiones y limitaciones, en unos casos de forma intencionada y en otros por actuaciones inesperadas. El análisis de estos resultados diversos no conduce automáticamente a “soluciones” prescriptivas específicas, sino más bien a un tratamiento programático del “estado” de la tierra y el agua, que puede orientar los procesos naturales y la actividad humana hacia la situación deseada o un nuevo equilibrio.
Los recursos de tierras y aguas y su gobernanza respaldan la productividad, viabilidad, eficiencia en el uso de los recursos, resiliencia e inclusividad de los sistemas alimentarios de las personas que los producen y las que dependen de ellos. En conjunto, cuatro esferas de actuación clave pueden facilitar la transición hacia una ordenación sostenible de la tierra y el agua.