FAO en Colombia

La FAO, WFP y FIDA, resaltan la importancia de una alimentación saludable para alcanzar juntos el objetivo de #HambreCero en el 2030

13/11/2019

“Nuestras acciones son nuestro futuro”, lema que promueve el evento que estas agencias de la ONU realizarán para destacar la importancia de contar con dietas saludables. Más allá de la cantidad, la calidad es el factor determinante para estar bien alimentados. 

La combinación de dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios han disparado las tasas de obesidad, no solo en los países desarrollados, sino también en los países de bajos ingresos, donde el hambre y la obesidad a menudo coexisten, dejando a la fecha un resultado abrumador: 672 millones de adultos y 124 millones de niñas y niños (de 5 a 19 años) son obesos, y más de 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso. 

 

En un planeta tan grande, con más 7.5 billones de habitantes, es común escuchar de sobre nuestras diferencias, pero hay ciertas cosas importantes que nos conectan, una de ellas es la comida. Nos vincula a todos, todos la necesitamos, dependemos de ella, sobrevivimos gracias a ella y nos aporta felicidad. 

La comida es parte de lo que somos. Es parte de nuestros hábitos y culturas. Comer es, en sí, un acto político, económico y social pues es la mano de hombres y mujeres la que fija el camino, desde la producción hasta el consumo, de los alimentos que llevamos cada día a nuestras mesas. 

Por ello, alcanzar el #HambreCero para el 2030 es una meta común para todos los habitantes del planeta. Asimismo, es también el propósito principal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (WFP), agencias del Sistema de las Naciones Unidas (ONU), encargadas de promover la lucha contra el hambre y la malnutrición. 

Esta labor, en la que otras agencias de la ONU también contribuyen desde diferentes ámbitos, encuentra un aliado importante en el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD), quien tiene como responsabilidad primaria promover el desarrollo rural, tarea en la que se encuentra con la FAO, liderando el mejoramiento de la producción agrícola, sector principal para el suministro de alimentos. 

En la actualidad, la combinación de dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios han disparado las tasas de obesidad, no solo en los países desarrollados, sino también en los países de bajos ingresos, donde el hambre y la obesidad a menudo coexisten, dejando a la fecha un resultado abrumador: 672 millones de adultos y 124 millones de niñas y niños (de 5 a 19 años) son obesos, y más de 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso. 

Mientras tanto, en un desbalance sin igual, según el último informe sobre “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo” (SOFI), registró que para el 2018 más de 820 millones de personas padecieron hambre a nivel global, cifra que ha venido en aumento desde el año 2015 y que tiende al estancamiento en la mayoría de los países.  

Y aunque para Colombia el informe presentó noticias más positivas, con una disminución en las cifras de hambre, pasando de afectar a 4,2 millones de personas (9,7%) en el periodo 2004 – 2006 a 2,4 millones de personas (4,8%) en el trienio 2016 – 2018, abolir el hambre sigue siendo una prioridad tanto para el Sistemas de Naciones Unidas como para el gobierno nacional. 

De la mano con esta problemática surge un nuevo reto en materia de reducción de las cifras de sobrepeso y obesidad, las cuales a la fecha, según el informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe”, reporta un incremento para la región, pasando de 6% en 1975 a 25% en el 2018, lo que significa un aumento en términos absolutos de 760 mil a 6,6 millones de personas. En Colombia el aumento progresivo del número de adultos mayores de 18 años que sufren de obesidad, ha pasado de afectar a 6,3 millones de adultos en 2012 a 7,5 millones en el año 2016. 

Dadas estas cifras es apremiante la promoción de entornos alimentarios más saludables mediante impuestos e incentivos fiscales que favorezcan una alimentación adecuada, sistemas de protección social, programas de alimentación escolar y la regulación de la publicidad y de la comercialización de alimentos. 

Por tal motivo FAO, WFP y FIDA convocan a participar en el foro: Nuestras acciones son nuestro futuro; una alimentación sana para un mundo #HambreCero, para destacar dentro de la agenda nacional la importancia de estos temas. 

Dicho evento tendrá lugar el 14 de noviembre de 2019 en la ciudad de Bogotá. En el que se desarrollarán tres paneles: 1) Opciones alimentarias: tendencias alrededor de una alimentación saludable en un contexto como el colombiano; 2) Alternativas para el planeta: efecto de las actuales dietas sobre el cambio climático y el impacto sobre el ambiente; 3) Cambios en los comportamientos alimentarios y hábitos saludable; y un conversatorio sobre los retos de las dietas saludables y sostenibles en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Colombia. 

 

La alimentación más allá de lo que vemos en el plato 

En las últimas décadas, las dietas han cambiado drásticamente y con estos también se han presentado cambios en los hábitos alimentarios como resultado de la globalización, la urbanización y el aumento de los ingresos. 

Hemos pasado de platos de temporada elaborados principalmente a base de plantas y ricos en fibra, a dietas hipercalóricas con un alto contenido de almidones refinados, azúcar, grasas, sal, alimentos elaborados, carne y otros productos de origen animal. Sumado a esto, debido al ritmo de vida se dedica menos tiempo para preparar comidas en casa y los consumidores, sobre todo en las zonas urbanas, dependen cada vez más de supermercados, establecimientos de comida rápida, vendedores de alimentos en la vía pública y restaurantes de comida para llevar. 

Estos índices en crecimiento han ocasionado que la dieta poco saludable se constituya en el principal factor de riesgo de muerte por medio de las enfermedades no transmisibles (ENT), incluidas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y ciertos tipos de cáncer. Los hábitos alimenticios poco saludables, relacionados con una quinta parte de las muertes en todo el mundo, también están repercutiendo adversamente en los presupuestos sanitarios nacionales, con un coste de hasta 2 billones de USD al año. 

 

Si desea asistir al foro: Nuestras acciones son nuestro futuro; una alimentación sana para un mundo #HambreCero, por favor envíe un correo a [email protected] o comuníquese al (57+1) 3465101 Ext. 206.