FAO en Colombia

Mujeres cafeteras de Pital – Agrado: una empresa con futuro

27/11/2020

Las mujeres cafeteras del Huila salieron de sus casas para hacerse cargo de su futuro. De eso dan cuenta Ana Milena Valencia y Nuvia Ortiz representante legal y socia, respectivamente, de la Asociación de Mujeres Cafeteras del centro de Huila, núcleo El Pital y Agrado, quienes representan a 27 mujeres beneficiarias del PIDAR 207 y hoy se enorgullecen de haber logrado sacar su sueño adelante: sembrar y producir café de calidad. 

Ana Milena vive en la vereda San José de El Pital con su esposo, su suegra y su hijo. Allí, además de café, tiene plátano, yuca, naranja, limón y aguacate. Nuvia vive en la vereda Chorrillos de El Pital con la mamá. En su finca también produce plátano, yuca, mandarinas y limón. Ambas están a una hora de distancia de El Pital que es el sitio de las reuniones. 

Las 27 mujeres son vecinas, pero no con la cercanía de una gran ciudad, entre la finca de una y otra hay distancias de hasta una hora y media de camino. Así que para asistir a las reuniones deben comenzar su jornada desde la madrugada para dejar los alimentos preparados -incluso el que llevan a las reuniones-, los hijos organizados y a un esposo que cada vez comprende más que su compañera es parte de la economía del hogar y ejerce un rol de liderazgo en los procesos productivos de la comunidad. 

La asociación lleva 4 años. Su más reciente logro fue haber sido elegidos por el convenio ADR – FAO. Nadie les creía que fueran a lograr el acceso, pero una vez que lo hicieron, lo defendieron con su dedicación y compromiso demostrado durante la implementación y desarrollo del proyecto. 

La Asociación recibió capacitación en gestión administrativa, financiera, en crecimiento personal, en aprendizaje técnico, TIC`s y en comercialización. Además, se les entregaron palas, guadañadoras, despulpadora, fumigadoras, fertilizantes, y piezas publicitarias para comercializar su café y participar en ferias, el cual bautizaron el nombre Café Mucahui (Mujeres Cafeteras del Centro del Huila). 

Dentro de los muchos conocimientos adquiridos por la intervención del convenio, ellas mencionan que las apoyaron en el mejoramiento de la administración de la asociación, en la organización de la documentación, en realizar diagnósticos de mercados potenciales. También en comprender su estructura organizacional y delegar funciones entre las asociadas encaminadas a la participación de todas; en apropiarse y aplicar sus estatutos, que es la carta de navegación de cualquier asociación, y en la generación de conocimientos contables y tributarios, con el fin de poder cumplir con todas sus obligaciones tributarias ante las respectivas entidades de control y vigilancia. 

“Lo que más destaco del convenio con ADR – FAO, dice Ana Milena, es que los recursos fueron ejecutados de manera transparente. Además, se generaron algunos ahorros que la asociación acordó invertir para fortalecer el grupo. Recibimos asistencia técnica integral y todas las familias tuvimos asesoría social en todo el ciclo productivo del café”. 

En eso coincide Nuvia quien afirma que de las cosas novedosas que aprendió está relacionada con el cuidado de los suelos y cómo se puede usar la cáscara de café como un abono orgánico para los suelos. También cómo se puede trabajar para mejorar la calidad del café. 

Lo que más destacan las dos fueron las capacitaciones. En unas aprendieron el manejo administrativo y financiero de la asociación, en otras, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), pero en términos generales resaltaron el valor de las capacitaciones sociempresariales: “No nos atrevíamos a hablar, dice Nuvia, y ahí nos dieron herramientas para sentirnos más seguras y confiadas. Hoy ya no nos calla nadie”. 

La asociación está iniciando su proceso de comercialización. El sueño, dicen, es que puedan vender directamente el café, sin intermediarios y continuar presentando proyectos que ayuden a fortalecer la asociación.
 

Nancy Villescas Sánchez
Comunicadora Convenio FAO – ADR
Representación FAO Colombia