Proteger los mercados en época de crisis (FAO y la Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (FLAMA)
Cuando el mundo tuvo que confinarse como respuesta a la pandemia de COVID-19, las cadenas de suministro de todo el planeta se vieron gravemente alteradas y muchos productores perdieron el acceso a los mercados. El posible cierre de los mercados mayoristas de alimentos (que suministran entre el 50 y el 60% de las frutas y verduras en América Latina) supuso un gran riesgo para los sistemas alimentarios de la región.
Como consecuencia, la FAO y la FLAMA, que inicialmente habían unido fuerzas para reducir el desperdicio de alimentos en América Latina, colaboraron para garantizar que los mercados mayoristas pudieran seguir funcionando de forma segura y eficiente durante la pandemia. Estos mercados representan la piedra angular de los sistemas alimentarios, ya que vinculan a los productores directamente con los consumidores y prestan importantes servicios que garantizan un suministro seguro y asequible de productos alimenticios frescos y nutritivos para las zonas urbanas, además de medios de subsistencia y puestos de trabajo para las zonas rurales de producción.
Mediante el uso de la red de FLAMA, que agrupa a mercados mayoristas, centros de abastecimiento, asociaciones e instituciones públicas y privadas de abastecimiento (lo que supone alrededor de 300 mercados) en la región, la FAO llevó a cabo una serie de estudios para analizar los desafíos a los que se enfrentan los mercados mayoristas de alimentos y ayudar a los mercados a reaccionar mejor a la pandemia. Los estudios analizaron los datos de 93 mercados de 17 países de la región, examinando los protocolos sanitarios que los mercados habían implementado, los principales cuellos de botella a los que se enfrentaban, las nuevas formas de comercializar los productos (por ejemplo, a través de plataformas digitales), las prioridades de inversión y la gestión de los excedentes.
La FAO y la FLAMA trabajaron con los mercados de la región para compartir las mejores prácticas y diseñar estrategias para garantizar una actividad eficiente durante la pandemia. Se crearon tres Comunidades de práctica (CoP, por sus siglas en inglés) que ofrecen espacios para el diálogo, el debate, la reflexión y el intercambio de experiencias entre operadores y comerciantes. Estas CoP contribuyeron a fortalecer las capacidades técnicas de los participantes y ofrecieron conferencias sobre diversos temas, entre los que se incluyen: el comercio electrónico, la innovación y la eficacia tecnológica, la rastreabilidad de los productos, la comercialización inclusiva, los sistemas de información, las buenas prácticas sanitarias, la gestión de excedentes y los bancos de alimentos. Participaron cerca de 600 personas de más de 60 mercados y 19 países de América Latina y el Caribe.
A raíz del análisis, la asociación también apoyó a varios países en el desarrollo de estrategias para combatir los efectos de la pandemia de tal manera que se adaptasen a las necesidades de los países. Las estrategias trataban temas que iban desde la eficiencia de los recursos, pasando por la reducción del riesgo de contagio de COVID-19 hasta el fortalecimiento de la gestión de mercados, el aumento de la transparencia y el diseño de modelos económicos justos.
La Federación Latinoamericana de Mercados de Abastecimiento (FLAMA), una organización no gubernamental internacional (ONGI) que agrupa a mercados mayoristas, centros de abastecimiento, asociaciones e instituciones públicas y privadas de abastecimiento, firmó en noviembre de 2018 un Memorando de entendimiento con la FAO para fortalecer los modelos de gestión de los mercados mayoristas en la región de América Latina. La asociación trabaja para desarrollar y difundir las buenas prácticas en los ámbitos del comercio inclusivo y la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.