El sector de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena en Argentina, con sus peculiaridades regionales en todo el territorio, se asienta sobre el concepto de soberanía alimentaria local y regional, el privilegio de la dignidad del trabajo por sobre el lucro, la búsqueda del “precio justo” frente a la especulación del mercado, y el cuidado de los recursos de la naturaleza. Está conformado por individuos que mantienen entre sí lazos de familia, y aportan el trabajo productivo, la propiedad de los medios de producción (aunque no siempre de la tierra) les pertenece, y es en su interior donde se realiza la transmisión de valores, prácticas y experiencias. Se caracteriza por realizar actividades productivas agrícolas, ganaderas y pecuarias, pesqueras, forestales, las de producción artesanal agroindustrial y artesanías, las tradicionales de recolección y el turismo rural.

Según los últimos datos oficiales disponibles (Censo Nacional Agropecuario 2002 – Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), el 72 % de los establecimientos agropecuarios argentinos mantienen características de tipo familiar y suman, aproximadamente, 250.000 distribuidos en todo el territorio. Se estima una suma superior para el último año.

Sobre un total de 100.000 Agricultores Familiares inscriptos en el Registro Nacional de Agricultura Familiar (ReNAF), creado para identificar y caracterizar al sector, el 74% realiza producción animal, el 68% producción vegetal, el 15% producción agroindustrial, el 9% realiza artesanías para la comercialización, el 9% actividades de recolección, el 3% actividades de la caza, y el 1% turismo rural, sin ser estas actividades excluyentes una de otras, dado que el sector se caracteriza por diversificar su producción. Se distribuyen en el territorio de la siguiente manera: En la región pampeana el 37%, en el Noroeste argentino el 21%, el Noreste el 21%, en la región de cuyo el 15% y en la Patagonia el 6%.

A partir del año 2003 se observa por parte del Estado Nacional decisión de institucionalizar políticas para la Agricultura Familiar. Esto se manifiesta en el trabajo y participación del Foro de la Agricultura Familiar creado en el año 2004 en el ámbito de la Cancillería a través de la participación en la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del MERCOSUR (REAF) en el año 2005, donde se concreta el trabajo asociado entre el Estado y Organizaciones de la Sociedad Civil a partir de la creación del Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF) en el año 2007. Para el año 2014, la ex Sub Secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar creada en el año 2008, se convierte a Secretaria de Agricultura Familiar, y meses después el Congreso Nacional aprueba la nueva Ley 27.118 de “Reparación Histórica de la Agricultura Familiar para la Construcción de una nueva ruralidad en la Argentina”.

Las principales políticas llevadas adelante por la Secretaria de Agricultura Familiar, buscan generar información pública sobre el sector a través del ReNAF, el acceso a políticas específicas como el Monotributo Social Agropecuario, los subsidios diferenciales, los Convenios de Corresponsabilidad Gremial, los Programas de Fortalecimiento Institucional y la Ejecución de programas específicos para el sector. Otros organismos nacionales que trabajan en conjunto son el Instituto Nacional de Tecnologías Agropecuarias (INTA) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) a través de sus programas específicos para la Agricultura Familiar y el programa de Unidad para el Cambio Rural (UCAR) perteneciente también al Ministerio de Agricultura, ganadería y Pesca de la Nación.

Este texto ha sido proporcionado gentilmente por las autoridades de este país.