La Agricultura Familiar (AF) en Honduras está representada por más de 484 mil familias, dedicadas a la producción de granos, y más de 11 mil empresas agrícolas (Censo Agrícola, 1993). Esta fuerza productiva, que genera el 75% de la producción de granos básicos, está conformada por los productores de los alimentos de la población rural y urbana, y que paradójicamente, en los meses de mayo a agosto se ven en un estado de inseguridad alimentaria. Según las cifras del Censo Agrícola, el 69% de los productores se encuentra en niveles de inseguridad alimentaria, 34% de ellos son analfabetos, su escolaridad promedio es de 3 años, su edad promedio es de 47 años, 10% son mujeres y un 65% tienen tierra propia.

Es importante resaltar que estos mismos productores no tienen acceso a la asistencia técnica y limitado acceso a financiamiento por falta de garantía o por los elevados costos de transacción, entre otros. La asistencia técnica es asumida por las Organizaciones No Gubernamentales con muy poca cobertura en el país, especialmente los productores ubicados en comunidades distantes de las ciudades donde se ubican los municipios o distantes de las vías de comunicación.

Según un estudio de la FAO, la contribución de la AF a la producción sectorial alcanza el 56,5%  y genera alrededor del 76% del empleo en el área rural (FAO, Agricultura Familiar, una mirada hacia América Latina y El Caribe: Recomendaciones de Política, 2014).

Considerando la importancia del sector y la coyuntura, que marca la Declaración del 2014 como Año Internacional de la Agricultura Familiar, en Honduras se ha iniciado un proceso de ordenamiento, comprensión y abordaje del tema, en el cual la participación activa de las organizaciones de productores, sociedad civil y el gobierno, junto con el acompañamiento y la asistencia técnica de la FAO ha sido clave para posicionar el tema en la agenda pública.

Es así que durante el año 2014, en el marco del Foro “Hacia Una Estrategia de Agricultura Familiar” impulsado por la FAO, junto al gobierno y organizaciones de productores se constituye el Comité Nacional de Agricultura Familiar, con el objetivo de contar con un espacio de diálogo entre las organizaciones e instituciones vinculadas a la AF, que permita de manera integral y participativa generar insumos y líneas prioritarias para iniciar el proceso de construcción de una estrategia de agricultura familiar para el país. El Comité ha estado trabajando, bajo la coordinación de una Junta Directiva recién conformada bajo la presidencia de la Unión de Mujeres Campesinas de Honduras, la Secretaría Técnica (corresponde a la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) y la vocalía está representada por la Plataforma Agraria con la asesoría técnica de la FAO), IICA y la Universidad de Agricultura de Catacamas. Bajo este esquema y con el compromiso que ha manifestado la SAG de promover la inversión en agricultura, la formulación y adopción de políticas y programas para aumentar la producción de bienes y servicios provenientes de la Agricultura Familiar de manera sostenible, se declara la estrategia de agricultura familiar como prioridad nacional.

En este contexto se han establecido las siguientes líneas de acción:

• Promover políticas e instrumentos que permitan ampliar la base de activos del agricultor (dotación de recursos productivos, infraestructura y capital)
• Fortalecer la institucionalidad pública para la agricultura familiar
• Promover las organizaciones de productores eficaces e incluyentes
• Acceso a los mercados
• Uso racional de los recursos naturales
• Acceso a servicios financieros.