Fortalecimiento de la institucionalidad en Extensión Rural. La crisis por el alza de los precios de los alimentos ha revalorizado la importancia de la agricultura y de la Extensión Rural. Fortalecer su institucionalidad es vital, especialmente en políticas y normativas, asignación de recursos públicos y reforzamiento de la vinculación público-privada. La Extensión Rural debe operar en un marco institucional con una gestión sólida, para desarrollar conocimientos y nuevas tecnologías, mejorando las capacidades de productores y sus organizaciones, y las de los extensionistas.

Las innovaciones institucionales para la extensión se deben considerar en todos los niveles. La innovación tecnológica debe ubicarse en cadenas y territorios, focalizar integral y efectivamente los procesos de investigación, transferencia de tecnología y servicios de Extensión Rural. Es cada vez más necesario ampliar la función tradicional de la Extensión Rural, pasando de solo brindar conocimientos y tecnologías en producción, a atender las demandas generadas por una nueva ruralidad. Estos retos exigen innovaciones institucionales y nuevas competencias.

Desarrollar vínculos y esfuerzos conjuntos, y fortalecer el rol del sector público, es parte de los nuevos esquemas institucionales que hará que la Extensión Rural opere más adecuadamente. El sector público sigue manteniendo su importancia para impulsar cambios tecnológicos, en especial de la agricultura familiar, definición de normas e instrumentos de política económica y promoción de alianzas que resulten en bienes de naturaleza semi-pública y privada. La organización de clústeres de servicios agropecuarios en el ámbito rural, para complementar los esfuerzos de extensión y lograr un mejor impacto de la misma, es fundamental, y forma parte de este nuevo esquema institucional.