Nuestros sistemas alimentarios no están funcionando como deberían. Más de 820 millones de personas siguen padeciendo hambre en nuestro planeta. Al mismo tiempo, existe una epidemia de obesidad a nivel mundial. El acceso, en términos de disponibilidad y precios, a alimentos saludables es un factor importante en ambas situaciones. El limitado número de alimentos que producimos, las formas en que los cultivamos y transportamos, así como las maneras en que los distribuimos pueden mejorarse en gran medida. Los cambios en estos sistemas pueden suponer el ahorro de recursos naturales, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el acceso a un mayor número de alimentos por parte de los consumidores, especialmente los grupos vulnerables.
Existen numerosas soluciones disponibles. Se están volviendo a considerar formas de cultivar y producir alimentos tradicionales y comprobadas a lo largo del tiempo. Se están revitalizando las culturas que otorgan valor a los alimentos y el respeto a estos. Se está centrando una mayor atención en frutas y hortalizas que han pasado desapercibidas a nivel mundial. Existe una amplia gama de alimentos que encajan en esta descripción, pero uno en especial son los dátiles.
Aquí hay cinco razones por las que los dátiles deben tener un papel más importante en el futuro de la alimentación:
1. Los dátiles son nutritivos
Los dátiles son ricos en hierro, potasio, calcio y magnesio y son una fuente importante de fibra. También tienen un elevado contenido de calorías, lo cual los convierte en una excelente fuente de energía. Por su sabor dulce, los dátiles también son una alternativa adecuada a los azúcares refinados. Recurrir a opciones nutritivas naturales, como las frutas, en lugar de alimentos ultraprocesados es uno de los factores que pueden ayudar a revertir la tendencia de la obesidad. Más de 2 000 millones de personas en el mundo sufren sobrepeso. Nuestros sistemas alimentarios actuales facilitan cada vez más que las personas elijan opciones más baratas y más rápidas que generalmente tienen un contenido más elevado de grasa, sal, azúcar y calorías. El incremento de la disponibilidad de frutas y hortalizas frescas puede ayudar a que las personas elijan opciones más saludables. Las opciones como los dátiles secos, que duran varios meses, son un buen ejemplo de alternativa rápida y nutritiva. Su prolongada vida útil también ayuda a reducir al mínimo las pérdidas de alimentos.
2. Los dátiles tienen un potencial sin explotar
Actualmente nuestros sistemas alimentarios dependen demasiado de un número muy reducido de cultivos. A lo largo de la historia de la humanidad, se han cultivado unas 6 000 especies de plantas destinadas a la alimentación. En la actualidad, solo ocho de ellas suministran más del 50 % de nuestras calorías diarias. En una situación de cambio climático que aumenta la vulnerabilidad de la producción de alimentos, no podemos depender de un número tan reducido de cultivos para alimentar a una población cada vez mayor. Existen numerosos cultivos tradicionales muy nutritivos, adaptados a las condiciones locales y resilientes ante las variabilidades del clima. Estos son cada vez más importantes para diversificar nuestros sistemas alimentarios y proporcionar la amplia variedad de nutrientes que necesitamos para llevar una vida sana. Aunque los dátiles son un alimento muy conocido en muchas partes del mundo, solo se comercializan internacionalmente determinados tipos de dátiles.